Viajó a París para buscar a Messi y consiguió más de lo esperado

Lionel Messi despierta pasiones inusitadas entre sus fans y muestra de ello es lo sucedido este fin de semana con un argentino que lo tiene como ídolo, se lo tatuó en la pierna, largó todo para viajar a Francia con el objetivo de conocerlo personalmente y consiguió más de lo que fue a buscar.

Su nombre es Mariano Jiménez, vive en San Justo , provincia de Buenos Aires, y trabaja en una fábrica de bolsas. Su fanatismo por la Pulga fue creciendo con los años y a partir del Mundial de Brasil 2014 se propuso seguirlo a todos lados. Así, viajó a esa Copa del Mundo, a la de Rusia, estará en Qatar, lo vio en Barcelona y le faltaba verlo con la camiseta del PSG, por eso viajó con su novia solamente con ese propósito, pese a las bellezas que ofrece la Ciudad Luz, sólo importaba encontrar a la Pulga.

En diálogo con el diario deportivo Olé, relató que llegó a Francia el 27 de marzo. "Fui dos días seguidos al campo de entrenamientos del PSG a esperarlo a la salida y no tuve suerte, ellos salen con una camioneta desde adentro del predio donde entrenan y los lleva directamente hasta la casa", comenzó contando.

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"Después por no rendirme en intentar dar con él, averigüé en el barrio dónde quedaba la casa y preguntando ahí me supieron decir dónde vivía Messi. Cuando la encontré me quedé esperando a que regrese del entrenamiento. Yo ya sabía en qué horario podía llegar a caer a su casa", agregó.

En la zona había un guardia de seguridad privada y, ante la consulta, le negaron que Messi viviera allí, pero no le dejó sacar fotos. Le mostró el tatuaje, pero aún así le pidió que se retirara.

"Hasta que llegó", contó con emoción, y relató que "entró con la camioneta con la que lo llevan hasta la casa y le digo 'Leo por favor firmame el tatuaje, quiero una foto con vos'".

Fiel a su estilo, Messi accedió sin problemas. "Estuvo simpático, muy relajado. Yo todo lo contrario. Estaba super nervioso. Temblaba. Fue muy fuerte tener tan cerca algo que venía persiguiendo hace muchos años. Le quería decir tantas cosas, pero sólo pude pedirle que me firme las camisetas y el tatuaje. Pasó todo muy rápido y tengo pocos recuerdos porque me bloqueé por completo".

La Pulga le firmó la camiseta, le propuso también firmar la de su novia, ya que ante el nerviosismo ninguno de los dos se lo había pedido, y finalmente plasmó su autógrafo en el tatuaje.

"Después de que me lo firmó me lo fui a tatuar acá mismo en Paris en la primera casa de tatuajes que encontré cerca de su casa", finalizó Mariano, quien vuelve de Francia con más de lo que había soñado.

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