Patricio Di Palma modificó el Torino con el que logró la histórica victoria en el Turismo Carretera en mayo de 2003 con un detalle que emociona a los más nostálgicos.
Una locura: el video del Pato Di Palma que emociona al automovilismo argentino
El 11 de mayo de 2003, en el autódromo de Buenos Aires, Patricio Di Palma logró una victoria histórica en el Turismo Carretera, ya que a bordo de un Torino le puso fin a una racha negativa de 28 años sin triunfos para la marca, y a más de 20 años de su inolvidable gesta compartió un video en sus redes sociales que emocionó a los más nostálgicos.
El Pato le realizó una modificación muy particular a ese mismo Torino, que construyó su padre Rubén Luis Di Palma, imitando el diseño de uno de los tres Toros que hicieron historia en las 84 horas de Nurburgring en 1969.
"Esto es para los fanáticos del Torino, para los que saben de la historia del Torino y lo que significó la carrera de Nurburgring para todos los argentinos. ¿No está para correr, estamos para ir con los de Nueva Generación en el TC?", se lo ve decir al Pato en un video que compartió en su cuenta de Instagram.
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En la trompa del coche se puede ver la silueta de la cara de su padre, el inolvidable Loco, con la leyenda "Rubén Luis Di Palma resistente al olvido".
La gesta de Torino en Nurburgring
El 20 de agosto de 1969 tres Torino integraron La Misión Argentina y disputaron las 84 horas de Nurburgring, dirigida nada menos que por Juan Manuel Fangio y Oreste Berta.
El auto Nº1 lo corrieron Rubén Luís Di Palma, Carmelo Galbato y Oscar Fangio; el Nº2 fue para Eduardo Rodríguez Canedo, Jorge Cupeiro y Gastón Perkins; y en el Nº3 estuvieron al volante Eduardo Copello, Oscar Mauricio Franco y Alberto Rodríguez Larreta. El piloto de reserva fue Néstor Jesús García Veiga.
Los tres Torino de la gesta en Alemania.
El número 3 fue el que más vueltas dio en la pista alemana, liderando durante más de 50 de las 84 horas totales y completando un total de 334 vueltas, y tras una penalización terminó en el cuarto puesto, a siete vueltas del Lancia HF que terminó ganando una vez computadas todas las penalizaciones.
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El Torino numéro 1 se quedó sin luces en la segunda noche, con Di Palma al volante, y el número 2 abandonó tras un despiste antes de llegar a las 50 vueltas mientras lo manejaba Cupeiro.
Finalizada la carrera los alemanes, que al principio se habían burlado del auto argentino, manifestaron su admiración e, incluso, los ingenieros de Mercedes pidieron ver el funcionamiento de los frenos, por lo que Fangio terminó regalándoles uno de los autos.
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