De no mediar cambios radicales, Pol Fernández dejaría de ser futbolista del Xeneize el próximo 31 de diciembre.
Un ex Tomba tiene los días contados en Boca
Hasta ahora no hubo acuerdo entre la dirigencia de Boca Juniors y Guillermo Fernández para la renovación de su contrato, que vence el 31 de diciembre próximo, por lo que está muy complicada su continuidad en el Xenezie.
Pol Fernández, quien brillara en Godoy Cruz durante el 2015 y el 2018, llegó al Xeneize en enero pasado a préstamo de Cruz Azul de México, con un cargo de 7 millones de dólares para su compra, y tenía acordado -como dice el reglamento- tres años más si Boca hacía uso de la opción.
Pero en el momento que Boca arregló un nuevo préstamo con el Cruz Azul, el jugador y su padre -quien es su representante- observaron que el contrato de tres año ya no tiene validez, y que habría que acordar uno nuevo, con otros valores en lo económico. Así las cosas, las partes están muy lejos en las cifras y es muy difícil que el jugador renueve su vinculo con el club, más allá del esfuerzo económico que puedan hacer.
El volante de 29 años es uno de los jugadores preferidos del entrenador Miguel Russo y de Juan Román Riquelme, el vicepresidente segundo que comanda el consejo de fútbol, quienes lo consideran clave para el andamiaje del equipo.
Según suponen los integrantes del departamento de fútbol, el jugador tendría una oferta importante de un club español y ya habría contactos con la entidad mexicana.
Es de recordar que cuando Boca arregló un nuevo préstamo con el club azteca, fue cedido a préstamo Ivan Marcone a Elche de España, por un año con la obligación de compra de 7 millones de dólares. Con ese dinero, Boca pretendía abonar el pase de Pol Fernández.
Con este panorama, está por verse si el entrenador dispone en estos próximos partidos del futbolista, quien estuvo en el banco y no ingresó en los últimos dos encuentros, ante Lanús y Ñewell's.