Tiene 18 años, juega al fútbol desde los 8 y se entrena diariamente para continuar mejorando. Atajó durante varios años en AMUF y ahora volvió a Gimnasia, el club de sus amores.
Sofia Calderón, la joven arquera mendocina que se prueba en River
Sofía Camila Calderón tiene 18 años y hace mucho tiempo eligió que haría todo lo posible para desarrollarse y triunfar como futbolista. Su pasión es el fútbol y su posición la de arquera. Allí viene trabajando sin descanso para perfeccionarse en la escuela de Sergio Marroquín, con el objetivo de crecer día a día y poder ser algún día profesional.
Y ese objetivo va bien. En los últimos días, Sofía salió de su "zona de confort" y dejó el Club AMUF (Asociación Mutual Universo del Fútbol), donde ella misma sentía que "ya había dado todo", para darse el gusto de volver a Gimnasia y Esgrima "porque soy fanática del Lobo".
En ese proceso recibió un llamado para probarse en River Plate y con la valija llena de sueños e ilusiones, viajó a Buenos Aires. "Surgió por un video que subí a las redes sociales, con imágenes de partidos y de mi entrenamiento personal con Sergio Marroquín", detalló la propia Calderón.
Sofía en el predio del Estadio Monumental, viviendo un sueño despierta.
"Giuliana Díaz, Presidenta de la Liga Femenina de Futbol, me impulsó a mostrarme y ese video llegó a manos de la gente del fútbol femenino de River. Se comunicaron la semana pasada para saber si quería hacer una prueba, hablé con mis padres y decidimos venir", explicó.
En ese sentido, la joven futbolista resaltó que "cuando me llamaron estaba en mi casa, por salir al pre de Educación Física, y sentí mucha alegría y muchísimos nervios. Después, cuando llegue al Monumental sentí emoción, ansiedad, miedo, nervios felicidad... todo junto".
En el Millonario vivió una experiencia increíble durante varios días. Hizo las prácticas con el equipo de Reserva femenino, cuya directora técnica es jugadora profesional de la primera división de la Banda. "El miércoles entrenamos en un predio impresionante que River tiene en Hurlingham", contó Sofía.
Sofía tiene 18 años y es fanática de Gimnasia.
Además agregó: "También entrenamos en la cancha auxiliar del Monumental, fue muy emocionante para mí. Además las prácticas fueron muy exigentes, con mucha dinámica. Es un nivel realmente profesional, de gente que aspira a tener un futuro en el fútbol".
Un poco de ella
Sofía Calderón juega al fútbol desde los 8 años. Su lugar adentro de la cancha es el arco, esa posición reservada para unos pocos. No cualquiera tiene la valentía de convivir con un puesto ingrato y lleno de responsabilidades, como ningún otro.
"Me gusta el desafío de atajar y de competir por ganarme el puesto", asegura. Sus primeros pasos los dio en el Blanquinegro, en la Escuelita de Fútbol que dirigían los hermanos Emmanuel y Pablo Galve. Ese mismo proceso la llevó a debutar un día en la primera femenina de Gimnasia y Egrima.
Al tiempo se fue a AMUF, donde siempre fue la arquera titular, desde que llegó, hasta que se fue. En simultánea también atajaba en fútbol de salón, en Alianza de Godoy Cruz. En ese club logró dos campeonatos Evita, en Mar del Plata, bajo la conducción de Marcela Quinteros.
Ataja desde los 8 años y se entrena diaramente.
El torneo pasado de la Liga Mendocina de Fútbol Femenino, las Lobas hicieron historia y llegaron a la final. Perdieron contra Las Pumas, en el Malvinas Argentinas, en un partido que fue transmitido para todo e país por televisión.
Eso hizo que Sofi Calderón escuchara a su corazón y quisiera volver a Gimnasia. Este torneo fue presentada en el plantel superior y se perdió los primeros dos partidos (derrota contra Independiente Rivadavia y victoria contra Godoy Cruz B) por este viaje a Buenos Aires para hacer la prueba en River.
Además, también se desempeña como jugadora de campo, en el equipo de Ramef de fútbol de salón.
Durante varios años fue la arquera titular de AMUF.
Lo que viene
Sofía ya completó la prueba en el Millonario y regresó a Mendoza para aguardar la decisión del Millonario. Estima que la semana que viene le dirán si quedó, si no quedó, o si se debe presentar nuevamente a entrenar.
Por ahora aguarda, con ilusión y esperanza, junto a su mamá María Laura, su papá Marcelo y sus dos hermanos mayores, Fernando y Agustín. Y con la certeza de quienes son terrenales y saben lo que quieren para su vida: "Si no se da lo de River, seguiré entrenando a full y jugando en Gimnasia", asegura sin titubear.
Ahora aguarda para saber si queda en River o no.
