Si bien Argentina corre con ventaja, la realización en nuestro país no está asegurada. Chile hace fuerza y en las últimas horas se sumó un candidato más que seductor.
Semana crucial para la definición de la Copa América
La previa de la Copa América sigue siendo tan polémica y accidentada. El torneo arrancó mal desde que debía jugarse por calendario el año pasado, pero la pandemia no lo permitió.
La postergación supuso soluciones que con el paso del tiempo no fueron tal, ya que el torneo está programado en un momento donde el Covid no da tregua en la región. Por ese motivo sanitario, más el terrible estallido social, Colombia se tuvo que bajar de la organización.
Las cosas por Argentina no están mejor. El coronavirus sigue pegando fuerte con nuevos récords negativos todos los días y la realización de la competencia está siendo muy cuestionada por la sociedad, que sufre las restricciones en primera persona pero observa como 2 mil extranjeros formarán parte de las delegaciones y se moverán por el país como si nada estuviera pasando.
Durante la semana, el ministro de Salud de Buenos Aires, Daniel Gollan, pidió tiempo para analizar la situación epidemiológica y sacar una conclusión definitiva sobre la operatividad de la Copa América. El tema es que tiempo no hay: el torneo arranca el 13 de junio en la cancha de River.
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Ante esta situación de absoluta incertidumbre, Chile apareció como una alternativa para hacerse cargo de la competencia, como ya había pasado hace un par de semanas con Paraguay. En estos posibles casos las sedes serían reducidas y de esa manera se podrían manejar mejor las burbujas, en dos países además que tienen un poco más controlada la pandemia.
No obstante, en las últimas horas se sumó un tercero en discordia, más que seductor: Estados Unidos se ofreció a organizar la Copa y además garantizó público en los estadios, detalle que ningún país de nuestra región puede ofrecer.
Sin embargo, trascendidos indican que la Conmebol le bajó el pulgar a esta postulación extraoficial y que el torneo no se mueve de Sudamérica, aunque los estadios estén vacíos.
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Todas esta situación se está analizando fuertemente en los pasillos de la Confederación y también en el seno de la Casa Rosada. A más tardar a mediados de la semana que entra, la novela tendrá un desenlace definitivo.