Fue su formador en el club "El Torito" y contó como fue tenerlo desde los 7 años y cómo vive lo que será su último partido con la Selección Argentina.
Rubén Tomé, primer DT de Di María: "Los nenes de 13 años quieren ser Angelito"
El primero entrenador de Ángel Di María, Rubén Tomé, habló con Gabriel Conte en Radio Jornada en la previa de la final de la Copa América 2024 entre la Selección Argentina y Colombia, partido que será el último del "Fideo" con la camiseta albiceleste.
El DT recibió en el club "El Torito" de Rosario a un pequeño jugador que se convertiría en uno de los ídolor históricos del seleccionado nacional y contó todo antes de su último partido.
"Él jugaba para el Torito y yo no sabía que estaba jugando para una categoría de nenes de dos años más grande. Había debutado pero no legalmente, jugaba con DNI, no tenía el carné de la Asociación. A mí me tocó armar la categoría 88, el único jugador que tenía era el flaquito, se ve que en Rosario en el año 88 hubo más mujeres que nenes. Costó armar la categoría, tuve la fortuna de que mi primer jugador fue el Flaquito", empezó hablando Tomé.
El formador contó que Di María tenía 7 años y que cuando su mamá no podía llevarlo, él lo buscaba por su casa: "La mamá andaba en una bicicleta Graciela y se venía con él al club, estaba a tres cuadras y yo a cinco. Cuando no podían llevarlo, lo pasaba a retirar yo por la casa".
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"A esa edad, les tirás una pelota y le tenés que inculcar como formador de los chiquitos, que se diviertan con la pelota, que tiren una pared, sombreritos, que se rían. Yo no sé si logré eso, lo mío ha sido un granito de arena en semejante playa. Yo le veo en la cara como disfruta cuando la pone por arriba de los arqueros o cuando está por asegurar un gol, ese nene está intacto dentro de Angelito", siguió.
El formador del Fideo recordó que muchos de los chicos venían de la calle e incluso alguno no tenía zapatillas para jugar, además de ayudar en sus casas: "Ángel venía de cargar las bolsas de carbón porque el padre tenía una carbonería y uno podrá pensar 'el viejo no lo lleva a la práctica', pero el padre tenía que ir a repartir el carbón para ser sustento de la familia. Él no va a querer que le falte nada a la familia, siguió el ejemplo del padre, que por ahí jugaba un día sábado y el padre estaba repartiendo carbón. A él le nació la carrera de futbolista, que es cortita y es lo que me toca hablar con los chicos acá. Los nenes de 13, 14 años todos quieren ser Angelito, pero es sacrificio, levantarse a las 7 de la mañana, doble turno, ir a la escuela. Y quien no tenga la fortuna de llegar a la carrera de futbolista, va a tener que seguir un trabajo como todo ser humano. El Flaco eligió que su trabajo fuera el fútbol y lo hizo de maravilla. Uno se enorgullece de haber podido participar de tan chiquitito en su vida y que le haya ido tan bien".
En caso de que decida volver a Rosario, Tomé señaló que lo van a cuidar y que "nadie se va a atrever a tocarle un pelo", al igual que Messi: "La gente tiene que ser consciente de que gracias a ellos la ciudad de Rosario es conocida mundialmente. Es algo extraordinario, nos tocó tener a los dos mejores jugadores de esta época, salieron campeones de todo. Esta generación se va acordar toda la vida, los nenitos que tengo de la categoría 2015 me vienen con la camiseta de Messi y Di María, no con la camiseta de El Torito".
Su último partido en la Selección
En referencia a la despedida del Fideo de la Selección, Tomé señala que debe estar cansado y debe querer disfrutar con su familia: "Lo último que le faltaba ganar era el Mundial, igual que Messi, que tuvieron la fortuna de que Scaloni les armó un equipo alrededor de ellos y juegan con un entusiasmo... nos dejan tan bien a todos que nos llenan los ojos de fútbol. Por ahí sale mal, pero tienen un entusiasmo que te dan ganas de ser argentino. Veo a personas de otros países que se ponen la camiseta de la Selección y gritan como si fueran rosarinos, cordobeses, mendocinos. Es un orgullo".