La magia de La Pulga puede ser comparada con cualquiera de los astros de la historia. Su perseverancia, disciplina y su constancia con ninguno. Menos a los 34 años en donde sigue siendo el mejor.
Por qué Lionel Messi es el mejor jugador de todos los tiempos
Lionel Andrés Messi es el mejor de todos los tiempos. No tengo pruebas, pero tampoco dudas. O quizás sí haya algo de dónde empezar a agarrarse y es evidente: nadie, pero nadie, se mantuvo tanto tiempo en la historia siendo el mejor.
Algunos tendrán su afán por Diego Armando Maradona desparramando rivales como pocos o Edson Arantes do Nascimento "Pelé", consiguiendo tres Copas del Mundo con Brasil y siendo el máximo goleador de la historia del fútbol (según algunas estadísticas). Otros hablarán de la alegría de Ronaldinho y su fiesta brasilera. Quizás a una porción les atraiga más la exquisitez de Johan Cruyff con su "Naranja Mecánica". Habrá un sector que se deleite con la clase de Zinedine Zidane. Alfredo Di Stéfano es otro de los nominados a quedarse con este galardón.
El fútbol fue cambiando a lo largo de la historia y lo seguirá haciendo. Hoy el deporte es más difícil o al menos más profesional. El que quiere ser el mejor debe serlo las 24 horas, algo que muchos de los que mencionamos no cumplieron fuera de la cancha. Algo que el nacido en Rosario sabía que debía hacer para que su talento innato lo llevara a estar entre los mejores por muchos años.
Lionel Messi partió de chico a Barcelona para hacerse el tratamiento de crecimiento que le permitiera poder cumplir su sueño: jugar a la pelota. No solo lo cumplió, debutó en un equipo que apenas tenía una Champions League y algunas ligas locales. Ni por asombro el conjunto Blaugrana era uno de los más grandes del mundo o al menos se encontraba en un segundo escalón. Allí apareció la Pulga hace ya bastantes años. Desde ese lugar comenzó a demostrar algo diferente y desde el 2005 ya lo comparaban con Maradona, más después de su consagración como figura máxima en el Mundial Sub-20 de aquel año.
Pasaron 38 títulos grupales en su carrera, contando la Copa América de este sábado frente a Brasil y en el Maracaná. A eso le sumó seis balones de oro y misma cantidad de botas de oro. Parece fácil, pero en el medio compitió con un tal Cristiano Ronaldo; con los mejores jugadores de la historia de España, Xavi e Iniesta, pero también con una Alemania de época como fue la de Joachim Löw, esa misma que lo dejó a las puertas del cielo en la final del Mundial 2014.
Para los que le gustan las estadísticas rompió todos los récords, o casi todos los que existían. Se coronó cuatro veces en Champions League y tres del Mundial de Clubes. Ganó todas las ligas que quiso en España. Se cansó de ganar la Copa del Rey. La Supercopa de España y la Supercopa de Europa. Incluso, cumplió con sus detractores este sábado coronándose con la Selección Argentina y siendo el líder y figura indiscutida.
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Pero lo que lo destacó por sobre los grandes jugadores que el fútbol mundial tuvo durante cada época fue su constancia, la perseverancia y la disciplina sumada al talento innato y a la magia. Para dar un ejemplo más, desde 2007 Lionel Messi estuvo en la terna del Balón de Oro. Desde ese momento, nunca salió de ahí (con excepción del 2018 en donde quedó 5to). Siempre fue el mejor o estuvo entre los mejores.
A diferencia de otros astros que despilfarraron su talento por cuestiones extra futbolísticas, La Pulga se quedó ahí, entrenando para demostrarle al mundo porque su magia fue la más grande de todos los tiempos o al menos la que más años duró y este sábado sumó un nuevo argumento para aquellos que nunca lo quisieron aceptar.
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