Los Pelicans vencieron a los Thunder en un final increíble. Los Lakers hicieron lo propio con los Mavericks, también de forma agónica.
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Este miércoles, la jornada de la NBA en el marco de la primera fase de la temporada regular, dejó dos partidos para la historia.
La primera definición épica se dio en la victoria de New Orleans Pelicans sobre Oklahoma City Thunder, de visitante, por 113 a 110. Gilgeous-Alexander había logrado empatar para los locales con un triple apenas un metro y medio por delante de la mitad de la cancha a falta de 1,4 segundos para el final del encuentro.
Cuando todo hacía prever que el duelo se iba a definir en tiempo extra, Devonte Graham agarró la pelota y tiró de aro a aro, con tanta precisión y fortuna que el tiro entró limpio, para generar la explosión de júbico en los Pelicans y una terrible desazón en los Thunder, tanto jugadores como público.
El otro capítulo se dio en la notable victoria de Los Ángeles Lakers sobre Dallas Mavericks, también de visitante, por 107 a 104, en tiempo extra.
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Tras un final intenso y apasionante durante el tiempo regular, el partido se definió en el último segundo con un gran triple de Austin Reaves, un rookie de 23 años que no ingresó al draft y que tiene un contrato que también le permite jugar en Inferiores de la G-League por si no es utilizado.
La joven promesa, el gran héroe de la noche, recibió contra la línea lateral ya sin tiempo en el reloj e incluso al tirar recibió un golpe de un rival que lo dejó tirado en el piso.
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La pelota entró limpia a falta de 0,9 segundos para el final del encuentro y el tiro desesperado de los Mavericks de aro a aro rebotó en el tablero pero no entró.
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