Godoy Cruz es el peor equipo de la Liga Profesional, pero además los jueces cometen de forma sistemática groseros errores que influyen en los resultados.
Los árbitros y esa costumbre de perjudicar al Tomba
Godoy Cruz es, por lejos, el peor equipo de la Liga Profesional. Por resultados, por motivos futbolísticos, por pobreza de plantel y por las frías estadísticas, que así lo indican. No obstante una cosa no quita la otra, y al Tomba los árbitros lo perjudican de manera sistemática, partido tras partido.
¿Qué hubiera dicho Marcelo Gallardo si el grosero penal por la mano de Bruno Zuculini que Pablo Echavarría decidió de forma deliberada no cobrar, hubiese sido en contra de River Plate?
El Expreso buscaba recuperarse del grosero arbitraje de Lucas Comesaña contra Banfield y se encontró con la complicidad de Echavarría para no cobrar un penal claro y evidente. Contra el Taladro, el Morro García terminó en el hospital luego de recibir una falta durísima dentro del área. Era penalazo, acá y en Marte, pero el juez decidió no cobrarlo.
Echavarría asumió la mano, pero no explicó porqué eligió no cobrar el penal.
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Ahora, en el estadio Libertadores de América, la mano de Zuculini la vieron todos, incluso el propio Echavarría, que prefirió modificar el reglamento antes de sancionar la pena máxima en contra del Millonario. El detalle no es menor ya que la situación podría haber cambiado el rumbo del resultado, sobre todo por lo que ocurrió a continuación.
Es que la paradoja marcó que el propio Zuculini anotara el primer tanto de la Banda pocos minutos después de eso.
A esta altura el complot no es casualidad ni paranoia. El año pasado, el presidente José Mansur se plantó en la AFA contra los poderosos y se opuso a la reducción de descensos. La rebeldía le salió cara.
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Hoy Godoy Cruz es un equipo que está lejos de tener la altura de Primera División. Entre eso y los arbitrajes, si no fuera por el coronavirus, el Tomba ya estaría condenado al descenso.
Esa percepción de realidad podría no ser tan errada ni estar tan lejos una vez que vuelvan los promedios, y que la pobreza del plantel, la ausencia de triunfos y la saña de los árbitros en perjudicar al Bodeguero, se mantengan en la misma línea que en la actualidad.
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