El piloto británico terminó con fuertes dolores en la espalda por el efecto rebote de su coche en Bakú.
Hamilton tranquilizó a sus fans y confirmó su presencia en Canadá
Los fans de la Fórmula 1 se preocuparon cuando vieron el estado en que bajó Lewis Hamilton de su auto. Es que el siete veces campeón sufrió profundamente en su físico las consecuencias del "porpoising", el efecto rebote que adquieren algunos coches cuando alcanzan altas velocidades.
Ante la duda de su posible participación en el Gran Premio de Canadá, el piloto dejó un mensaje en sus redes sociales y aseguró no se lo perdería "por nada del mundo.
"La espalda está un poco dolorida y magullada, pero nada serio, por suerte. Me he sometido a acupuntura y fisioterapia con Ang (Angela Cullen, su fisioterapeuta) y estoy de camino a encontrarme con el equipo para trabajar con ellos en la mejora", informó Hamilton.
En ese sentido, aseguró: "Tenemos que seguir luchando. No hay mejor momento que el presente para unirse, y lo haremos. Estaré ahí este fin de semana, no me lo perdería por nada del mundo. Les deseo a todos un día y una semana increíbles".
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