El análisis por lo sucedido el último fin de semana en Parque de los Príncipes y qué será del futuro del rosarino.
La verdad sobre la supuesta vuelta de Messi al Barcelona
Todavía impactan los silbidos a Lionel Messi en el Parque de los Príncipes de París. Es cierto que aquellos que estuvieron en el estadio aseguran que surgieron sólo de los ultras, lo más parecido a una barra brava en Francia. Que el hincha común no resistió ni a él ni a Neymar. Tan cierto como que nunca el argentino había atravesado una situación de estas, analizó el periodista en el sitio deportivo Bitbol.
Apenas sintió rechazo al término de un partido de la Copa América 2011, contra Colombia en Santa Fe; aquella vez, duró muy poco y, si bien una parte del público argentino tardó en idolatrarlo, pocos días después de aquel encuentro fue ovacionado en el mismo estadio.
En el próximo partido del PSG como local, ¿volverá a escuchar apoyo? ¿Podrá revertir Messi esa sensación de disconformismo que brota por su temporada? Sin dudas. De hecho, superada la sorpresa que debe haber tenido cuando escuchó los abucheos, en el segundo tiempo resultó el mejor del equipo en el 3-0 al Bordeaux, armó la jugada del gol de Neymar y estuvo cerca del suyo en un par de oportunidades.
En todo caso, la pregunta que tendríamos que plantearnos es otra: ¿querrá Messi transformar los silbidos, mayoritarios o no, en los elogios que recibió toda su vida? ¿Tendrá ganas de continuar en este equipo? Parece prematuro responder, aunque podríamos acercarnos desde las certezas y las informaciones chequeadas.
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Lo primero que hay que descartar es un supuesto contacto del entorno de Leo con Barcelona, publicado en medios europeos. La sensación que los Messi tienen de lo vivido en su salida de España sigue siendo la misma: creen que Joan Laporta, el presidente del club que llegó al poder recordando viejas épocas, los traicionó. No hubo acercamiento alguno en estas horas y difícilmente lo haya, salvo que lo genere el propio Barça. Y aun así, costaría imaginarlo.
Todo es muy reciente: lo vivido el domingo, la eliminación en la Champions, la incomodidad futbolística en un equipo que no es tal. Habrá que esperar para que Messi decida si apuesta por la continuidad o plantea un cambio de aire. Quizás, cuando logren el título en la liga, más allá de que cualquiera lo espera, cambie el ánimo general. Por lo pronto, tiene un año más de contrato y la directiva del PSG recientemente le propuso renovarlo hasta mediados de 2024.
Además, no son muchos los clubes que podrían tentarlo para llevárselo. Tendría que ser uno fuerte en lo económico pero sin problemas con el Fair Play financiero, con objetivos de Champions y una línea institucional que le permita incorporar jugadores de más de 35 años, independientemente del nombre de ese jugador.
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Como notarán, el mazo muestra que puede salir cualquier carta. Pero hoy, y con vínculo hasta junio de 2023, Messi es jugador de PSG. Allí donde generó una revolución que lo sorprendió a su llegada, con la canción que remitía a Michael Jordan y los Chicago Bulls. Allí mismo, también, donde se sorprendió por una música que jamás había escuchado, la de la desaprobación.