La terrible condena detrás del castigo a Huracán Las Heras

 Querer minimizar la sanción que recibió Huracán Las Heras de parte del Consejo Federal es lo mismo que intentar restarle importancia a la gravedad de los hechos acontecidos en el estadio General San Martín el pasado domingo.

Si bien muchos fantaseaban con la desafiliación o bien el descenso por decreto (algo que, conociendo los antecedentes, era bastante impensado), el castigo impuesto al Globo encierra detalles deportivos y económicos categóricos, que convertirán al 2022 en un año de penas y purgatorios para el club de calle Olascoaga.

Desde lo deportivo, comenzar el Federal A con 15 puntos menos saca a Huracán Las Heras de cualquier intención de ser competitivo en la temporada. No le darán los números para ser protagonista ni intentar pelear el ascenso y, por el contrario, si vuelven los descensos, estará muy comprometido y casi condenado a perder la categoría.

Económicamente hablando, sin embargo, está la peor veta. La sanción de 400 entradas populares por 4 partidos implica algo más de un millón de pesos de multa. Jugar a puertas cerradas durante 6 encuentros le implica al Globo pérdidas cercanas a los 18 millones de pesos (se promedia unos 2 millones de pesos de recaudación por cada partido de local).

La sanción para Huracán: descuento de puntos, multa y clausura del estadio

Jugar un año en otro estadio por la clausura del General San Martín implica alquilar otra cancha durante 10 meses, aproximadamente, generando otra erogación monetaria millonaria.

Armar un plantel competitivo para intentar mantener la categoría, pagar los sueldos, las planillas de los árbitros, los viajes (traslados, comidas, hotelería), más la seguridad privada obligatoria, sabiendo que será un año perdido en donde el equipo no tendrá chances de pelear por algo, también agrega un plus para entender la dureza del castigo.

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Lejos de ser jueces y cuestionar la sanción del Consejo Federal (en varios puntos lógica y justa, en otros puntos inentendible), el castigo es complejo y ejemplar.

Minimizarlo sería lo mismo que decir que lo que ocurrió en la cancha del Globo, con un balazo que rozó al técnico visitante no fue tan grave.