Humberto Grondona aseguró que su padre "no era un bebé de pecho". La suciedad en la AFA lleva varias décadas presente y cada vez se incrementa más.
La tajante frase del hijo de Grondona sobre la corrupción en el fútbol argentino
El fútbol argentino atraviesa uno de los peores momentos de su historia Pese a los logros obtenidos recientemente a nivel nacional de la Selección, con los títulos de la Copa América y el Mundial de Qatar, la situación doméstica de la AFA está descontrolada.
La corrupción, la sospecha de partidos arreglados, los torneos mal diagramados y con mil equipos por categoría, y la presencia de árbitros serviciales a los equipos del poder o a los amigos del poder, vienen marcando la agenda hace rato.
Los ascensos manchados de dudas de Barracas Central y Deportivo Riestra, son dos de los más claros ejemplos. Sumado a una sumisión absoluta de parte de todos los dirigentes de los clubes que no enfrentan a Claudio Tapia y su séquito (algunos de los más cercanos al presidente de la AFA se manejan directamente con códigos de mafia) por miedo a represalias.
En ese contexto, Humberto Grondona tuvo una reflexión muy tajante respecto a la situación. El hijo del inolvidable (para bien o mal) Julio Humberto Grondona, quien fue presidente de la AFA durante 35 años y vicepresidente de la FIFA, y quien falleció en julio del 2014, dejó varias frases picantes.
En el programa Fútbol en el Bar, de Canal 9, el ex DT de Godoy Cruz a finales de los '90, aseguró que "mi viejo era un nene de pecho al lado de lo que pasa ahora", y agregó: "Ahora no hay límites".
Con esta frase, además de ventilar las irregularidades actuales, deslizó que Julio Grondona también estaba metido en negocios, decisiones y manejos poco claros.
Redoblando la apuesta, Humbertito, tal como se lo conoce, sentenció: "¿Se hacen los boludos todos? ¿no ven los partidos? Es un robo a mano armada".
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Para finalizar, Grondona Jr. añadió que "ahora están los árbitros que dirigen para la corona de papel, hay otros que están en el medio y otros que quieren liquidar a los de la corona de papel, y si no fíjense las nominaciones (arbitrales), a quién ponen en los partidos importantes...".