Los barras del Tomba fueron decididos a suspender el partido con el Ciclón y lo lograron en el segundo tiempo, con el partido 1 a 1. En la primera parte lo habían interrumpido dos veces por los proyectiles lanzados al campo de juego.
La violencia reinó en el Malvinas y Godoy Cruz-San Lorenzo se suspendió
Godoy Cruz Antonio Tomba igualaba 1 a 1 con San Lorenzo de Almagro por la tercera fecha de la Liga Profesional de Fútbol cuando el partido fue suspendido al inicio del segundo tiempo por iniciativa de la barra local, que fue decidida a que sucediera eso ya que provocó incidentes desde antes de que comenzara el encuentro.
El partido se suspendió a los 7 minutos del segundo tiempo, después de haber sido interrumpido dos veces en la primera parte por el árbitro Nazareno Arasa, quien ante la falta de garantías de un operativo policial que, una vez más, falló, decidió ponerle fin.
Durante los primeros 20 minutos se vio un partido parejo, con algunas insinuaciones de ambos equipos, pero sin generar ocasiones claras de gol.
A los 30 minutos llegó la primera chance clara y fue para San Lorenzo, que salió rápido de compra, Adam Bareiro recibió en el área chica de espaldas al arco y tocó atrás para Cristian Ferreira, quien entró solo e increíblemente la tiró por arriba del travesaño.
Y cuatro minutos después, tras una buena jugada de pelota parada, Tomás Conechny la bajó de cabeza en el área y asistió a Nahuel Ulariaga, quien con un cabezazo estableció el 1 a 0 para Godoy Cruz.
A los 39 minutos, los barras de Godoy Cruz que ya habían generado incidentes en la previa del partido, comenzaron a tirar proyectiles al campo de juego, mientras los hinchas genuinos cantaban "que se vayan todos", y el árbitro se vio obligado a interrumpir el partido para pedirle garantías a la Policía de Mendoza, que no hizo absolutamente nada para evitar lo que estaba sucediendo pese a que se trataba de un grupo muy reducido y fácil de identificar.
Luego de unos minutos, las cosas se calmaron por decisión propia de los violentos, quienes fueron repudiados por el resto de los hinchas e incluso llegaron a tomarse a golpes, y Arasa reanudó el encuentro.
Y en la reanudación llegó el empate de San Lorenzo, obra de Adam Bareiro con suspenso, tras una serie de rebotes en el área después de un tiro de esquina desde la izquierda. Sin embargo, a instancias del VAR el gol fue anulado ya que el delantero del Ciclón pateó las manos de Franco Petroli antes de marcar, cometiéndole una clara falta.
Tras esa jugada, nuevamente se interrumpió el partido porque nuevamente empezaron a tirar proyectiles desde la tribuna, ante la pasividad total de las fuerzas de seguridad, pese al pedido desesperado de Nelson Ibáñez, ayudante de Daniel Oldrá, quien les decía "hagan algo, son dos y así de chiquitos", señalando con sus manos la estatura de los agresores.
Y tras la segunda reanudación, a los 58 minutos, llegó el empate de San Lorenzo, con una gran definición de Agustín Giay por encima del cuerpo de Petroli y así se fueron al descanso 1 a 1.
En el segundo tiempo, a los 7 minutos el árbitro Nazareno Arasa suspendió el partido cuando volvieron a producirse incidentes y mientras la Policía ingresaba a la Popular Sur para desalojar definitivamente a los violentos.