El exdelantero de Independiente Rivadavia reclama salarios adeudados al club mendocino. Estuvo todo el semestre lesionado y la semana pasada rescindió su contrato.
Jugó 52 minutos, erró un penal y reclama $66 millones
El paso de Franco Di Santo por Independiente Rivadavia será tristemente recordado. El delantero mendocino, cuyo mayor mérito fue jugar en Chelsea de Inglaterra en sus inicios, dejó una triste marca en la Lepra, que en su primer año en Primera División tuvo un andar preocupante y muy malo en la Copa de la Liga.
El atacante de 35 años sólo jugó 52 minutos en todo el semestre. Pese a venir lesionado de Chile, en donde jugó poco por problemas físicos, pasó la revisión médica y firmó contrato. El mismo fue anunciado con bombos y platillos de parte de la institución de Avenida Las Tipas.
No obstante, esa expectativa se fue apagando con el paso de los días, semanas y meses. Di Santo recién apareció en la 10ma fecha, de local contra Deportivo Riestra, el 11 de marzo. Fue titular, casi no tocó la pelota y hasta erró un penal. El delantero fue reemplazado a los 7 minutos del segundo tiempo y la Lepra perdió 2 a 1 un partido fundamental por el descenso. Esa noche, los hinchas del Azul perdieron la paciencia.
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La situación se tornó irreversible y la segunda semana de abril, con el torneo todavía disputándose, Di Santo rescindió su contrato con el club.
Tras firmar la rotura del vínculo contractual, pasaron unos días y a Independiente Rivadavia ingresó una demanda de parte del jugador, en concepto de salarios adeudados, por un total de 66 mil dólares (en principio trascendió erróneamente la cifra de 50 mil), equivalente a 66 millones de pesos, de acuerdo a lo informado por el periodista Juan Suraci. Esto incrementó el enojo de los simpatizantes y el repudio al paso del delantero por el Parque San Martín.