Se trata de un grupo de rugbiers de los seleccionados nacionales de Inglaterra, Gales y Escocia.
Exjugadores de rugby presentan una demanda por daños cerebrales
El rugby es un deporte que siempre estuvo en la mira por su potencial impacto a la salud a largo plazo. Pero ahora, exjugadores de distintos seleccionados esperan ser compensados por no haber sido protegidos mientras jugaban.
Se trata de un grupo de rugbiers de los seleccionados nacionales de Inglaterra, Gales y Escocia que prepara una demanda hacia la Liga local alegando que no se los protegió frente al riesgo de padecer traumatismos craneales y consecuentes daños cerebrales. Así lo confirmó el bufete de abogados Rylands Law, con sede en Londres.
Bobbie Goulding, ex medio 'scrum' (o medio melé) de las selecciones de Gran Bretaña e Inglaterra, Michael Edwards , que jugaba de ala en Gales, y Jason Roach, ex "fullback" o zaguero de Escocia, forman parte de un grupo de prueba de 10 exjugadores de la liga de rugby, todos ellos menores de 60 años, que han interpuesto la acción legal.
Alegan que la RFL les debía "la obligación de velar razonablemente por su seguridad mediante el establecimiento y la aplicación de normas relativas a la evaluación, el diagnóstico y el tratamiento de las lesiones conmocionales y subconmocionales reales o presuntas".
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La RFL afirmó que se toma "muy en serio" la seguridad y el bienestar de los jugadores, y que le "entristece" conocer los problemas de algunos de ellos. "La Rugby Football League ha sido contactada recientemente por abogados que representan a un número de exjugadores", dijo la RFL en un comunicado a Reuters.
"La Liga de Rugby es un deporte de contacto y, aunque hay un elemento de riesgo en la práctica de cualquier deporte, el bienestar del jugador es siempre de suma importancia".
El abogado de los exjugadores, Richard Boardman, de la firma Rylands Law, representa a cerca de 50 exjugadores de la liga de rugby que muestran síntomas asociados a complicaciones neurológicas.
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El letrado sugiere que sus representados decidieron emprender acciones legales con la intención de que, a futuro, el rugby sea un deporte más seguro.