Se llama Enzo Huryn y juega en "La Naranja Mecánica" del sur provincial. Su familia cuenta cómo fue la difícil prueba para llegar a uno de los cinco grandes.
De Bowen al Rojo: tiene 9 años y fichó para el club de Avellaneda
Enzo Huryn, un niño mendocino de nueve años que juega para Deportivo Bowen deslumbra a propios y ajenos con su talento futbolístico. A raíz de esto, en los últimos días fue captado por uno de los clubes históricos de Argentina: Independiente de Avellaneda.
En diálogo con el Post, su padre, Abel Huryn, contó cómo ha sido este proceso, las oportunidades que se han presentado y lo que significa para su familia.
"Enzo fue visto por un captador a principios de año, en febrero o marzo, durante un torneo en San Rafael. A partir de ahí, se empezó a establecer un vínculo con el técnico de Corintios de Río Negro, y luego con Adrián Araya, un captador de Independiente", relató Abel.
La oportunidad de jugar para el Rojo comenzó a gestarse cuando Enzo fue invitado a otro torneo en Santa Fe, vistiendo la camiseta del equipo rionegrino. El proceso de selección fue exigente. Tras la insistencia del captador, su familia finalmente accedió a llevarlo a una prueba. Enzo entrenó durante tres días con la categoría 2015 de Independiente.
"Había más de 25 o 30 chicos entrenando. Enzo se destacó en lo táctico y técnico. El viernes, aunque no estaba programado, lo volvieron a convocar. Ahí supe que las cosas iban en serio", remarcó su padre.
El esfuerzo de la familia Huryn fue mucho: viajar desde Mendoza a Buenos Aires no es tarea fácil, pero Abel subrayó que el club ha mostrado interés hacia su hijo.
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"Le permiten jugar aunque no sea titular, por el esfuerzo de viajar tantos kilómetros. Enzo compite aquí todos los fines de semana, pero el nivel de exigencia en Buenos Aires es otro", explicó Abel.
En cuanto al futuro, Abel es consciente de las limitaciones que la distancia y la edad de su hijo imponen. Aunque Enzo aún no compite en torneos de AFA (en Independiente jugará la Liga Metropolitana), la posibilidad de fichar formalmente el año próximo está sobre la mesa. "Por el momento, intentaremos ir una vez por mes. Si no se puede, dos o tres veces al año, eso es lo que nos sugirieron", detalló.
Mientras tanto, Enzo seguirá cursando en su escuela de Bowen y jugando en "La Naranja Mecánica". En ese sentido, Abel aclaró que "si llegara a fichar en AFA, ya no podría competir en otro club, pero por ahora todo sigue normal".
En cuanto a las posiciones en las que se destaca, Abel contó que Enzo juega principalmente como volante por izquierda o derecha, y que incluso ha competido en categorías más grandes, como la 2013, donde ha sido ubicado como delantero.
Este joven talento, según contó su papá, ya había sido observado por otros clubes importantes como Argentinos Juniors y Vélez, aunque la distancia, hasta ahora, había sido un factor limitante.
"Es un mundo en sí mismo el fútbol infantil. Los clubes están siempre buscando al distinto, pero también entienden que son niños y que pueden cambiar de opinión en unos años. Nosotros le daremos la oportunidad de crecer en esta carrera, y veremos qué sucede", concluyó Abel.
Enzo comienza, con esfuerzo y dedicación, a transitar un sueño. Jugando en el club de su barrio, mantiene viva la ilusión de brillar en las canchas más destacadas de todo el país.
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