El volante, uno de los pilares del campeonato obtenido por Independiente Rivadavia y no pudo ocultar su emoción.
La emoción del Turco Ham por la revancha que le dio el fútbol con el ascenso
La historia de Ezequiel Ham es conocida por todos. En 2015, en una desafortunada acción jugando para Argentinos Juniors frente a Boca Juniors, recibió un planchazo de Carlos Tevez que le produjo una fractura por la cual estuvo al borde del retiro con apenas 21 años.
Ocho años después de aquél triste episodio, el Turco terminó siendo una de las principales figuras del ascenso de Independiente Rivadavia, que este domingo se consagró campeón de la Primrea Nacional para subir a la Liga Profesional.
Así, el volante se tomó revancha y, además, le cumplió la promesa a su mamá, quien falleció en enero de este año y en sus últimos días le prometió que volvería a jugar en Primera División.
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Finalizado el partido en el Mario Kempes de Córdoba, aseguró sentir "una felicidad enorme", y reconoció que "la verdad que son muchos sentimientos encontrados".
"Peleamos mucho por esto durante todo el año nos propusimos esto y acá estamos lo logramos", agregó el Turco Ham sobre la campaña del equipo de Alfredo Berti.
"El fútbol siempre tiene revancha, creo que sí, me tocó disfrutar todo este año y acá está el premio", destacó sobre la lucha que protagonizó en estos años y que lo llevó a volver a Primera.
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"Se lo dedico a mi mujer, a mi hijo, que se la bancan todo el año; a mi mamá, que todos saben que se lo prometí, no la tengo conmigo pero me acompañó todo el año y es para ella", concluyó emocionado.