Tras la suspensión del partido entre Gimnasia y Quilmes, por el Reducido de la Primera Nacional, el entrenador Ariel Fuscaldo y el presidente Mateo Magadán pusieron en duda la agresión al arquero del Lobo.
El presidente y el DT de Quilmes pusieron en duda la agresión a Olivera
Este sábado el fútbol argentino vivió un nuevo papelón cuando el partido entre Quilmes y Gimnasia y Esgrima de Mendoza fue suspendido en el entretiempo, cuando estaba a punto de comenzar la segunda parte, por una agresión al arquero del Lobo, Braian Olivera, que el entrenador y el presidente del Cervecero pusieron en duda.
Desde la tribuna que da espaldas al estadio Nacional de Hockey fue arrojada una bomba de estruendo que explotó en las cercanías de donde estaba el guardavallas visitante, según relató el árbitro José Carreras, quien dijo que él desde la mitad de la cancha no pudo advertir qué sucedió pero que su juez de línea dio fe de lo acontecido.
Una vez suspendido el partido, el entrenador de Quilmes, Ariel Fuscaldo, fue el primero en poner en duda que Olivera haya recibido una agresión.
Ver: Por una agresión al arquero de Gimnasia, se suspendió el partido con Quilmes
El DT le reclamó al árbitro la posibilidad de "tener las herramientas para constatar si el arquero está o no lesionado", y agregó que "no estoy justificando ningún tipo de acción, el petardo que explota parece que lo hace lejos de la posición. Pero quisimos que el médico lo revisase al jugador y se negaron".
Luego habló el presidente, Mateo Magadán, en la misma línea. "Estamos seguros que no pasó nada, tenemos testigos, tenemos los alcanzapelotas que estaban mirando y que nos aseguran que no pasó nada", comenzó diciendo en diálogo con TyC Sports.
"Después sí, volaron dos o tres proyectiles, te los puedo mostrar, no son objetos que puedan generar ningún impedimento para continuar el partido", agregó.
Además, consideró que "si el arquero esta noche o mañana está bien, nuestra idea es jugar".
Finalmente, tras dialogar con dirigentes de Gimnasia, Magadán estalló de bronca y escupió: "Están haciendo un show, armando todo para suspender el partido, ya está ya me lo dijeron todo".
Y agregó: "Qué te pensás, que estoy solo en AFA, yo no estoy solo, tengo 20 tipos que me bancan atrás, no van a suspender el partido, esto se va a tener que jugar y van a tener que venir de Mendoza de nuevo, les va a salir 10 millones de pesos la jodita".