El tenista serbio perdió la batalla legal y no podrá defender su título en el Abierto de Australia.
Djokovic será deportado por decisión del Tribunal Federal de Australia
Después de ser detenido y de ver revocada dos veces su visa, Novak Djokovic perdió la apelación y será deportado de Australia por no estar vacunado contra el coronavirus y representar un riesgo de avivación del "sentimiento antivacunas". De esta manera, el serbio no podrá disputar el Abierto de Australia, el cual ya ha ganado en 9 oportunidades.
Este domingo, la Justicia australiana abordó de forma virtual la apelación presentada por Djokovic. En ese marco, la resolución de los tres jueces del Tribunal Federal fue unánime. La visa del serbio había sido revocada por decisión del ministro de Inmigración, Alex Hawke, y la defensa del tenista había presentado un recurso.
El número 1 del mundo se manifestó "profundamente decepcionado" por la decisión de los jueces. A través de un comunicado, escribió: "No puedo quedarme en Australia y participar en el Abierto de Australia: respeto el fallo del tribunal y cooperaré con las autoridades correspondientes".
En el escrito, el serbio añadió: "Me gustaría desearles a los jugadores, oficiales del torneo, personal, voluntarios y a la afición todo lo mejor para esta edición. Finalmente, me gustaría agradecer a mi familia, mis amigos, mi equipo, la afición, a los fanáticos y a mis compañeros de equipo serbios por su continuo apoyo. Todos ustedes han sido una gran fuente de fortaleza para mí".
Alojado por segunda vez desde el sábado en un centro de detención de inmigrantes, el serbio había sido trasladado desde ese lugar hasta las oficinas de su representación legal para seguir la mediación.
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La audiencia se realizó de forma virtual con un cuerpo de tres jueces que dieron su veredicto: el presidente James Allsop, Anthony Besanko y David O'Callaghan.
El fallo emitido es inapelable en la práctica para las partes debido a que el torneo comienza este mismo lunes (noche de domingo en Argentina).
Djokovic quedó expuesto también a una sanción de tres años sin poder ingresar al país oceánico, salvo en algunas excepciones, como las que incluyan "circunstancias imperiosas que afectan los intereses de Australia".
Durante la audiencia, su abogado Nick Wood centró su presentación en el hecho de que el ministro Hawke no buscó las opiniones actuales de Djokovic sobre la vacunación antes de cancelar su visado.
Remarcó que el funcionario "acepta que no sabe cuáles son las opiniones actuales" del tenista y basó su creencia en la opinión expuesta durante un informe de la cadena BBC, de abril de 2020, antes de que las vacunas contra el Covid-19 se hubieran desarrollado, probado y administrado en todo el mundo.
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La defensa del número 1 del mundo consideró "irracional" el argumento de que la permanencia de Djokovic en el país para jugar al tenis pueda fomentar en sentimiento antivacunas.
Durante el transcurso de la audiencia, un grupo de 20 personas con banderas y camisetas serbias se concentró en la puertas de las oficinas del Circuito Federal y Tribunal de Familia de Australia en Melbourne.
Unos días agitados
Djokovic supo que era positivo de Covid el 19 de diciembre pasado, participó luego de actividades sociales y utilizó ese diagnóstico para conseguir una exención médica que lo habilitara a jugar el Abierto sin estar vacunado.
En su declaración de ingreso a Australia, el serbio respondió "no" a la pregunta de si había viajado en los 14 días anteriores cuando ciertamente estuvo en Marbella, España, desde donde llegó a Melbourne vía Dubai.
Al pisar el aeropuerto de esa ciudad del estado de Victoria, agentes de Inmigración le informaron sobre un problema con su visado, lo interrogaron en una sala y desde allí lo trasladaron por primera vez al Park Hotel, donde permaneció detenido desde el jueves 6 al lunes 10.
Ese día, el serbio obtuvo una victoria parcial cuando un tribunal de Melbourne le restituyó el pasaporte y ordenó su libertad, lo que le permitió entrenarse mientras el expediente siguió su curso.
Pero el viernes, a menos de 72 horas del inicio de la competencia, el Gobierno canceló su permiso de estadía por segunda vez y el conflicto, ya derivado a la Justicia federal, ingresó en un punto de máxima tensión.
Djokovic, de 34 años, llegó a Australia con el objetivo de marcar un nuevo récord en la historia del tenis: alcanzar los 21 títulos de Grand Slam y despegarse del español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer -ausente en esta edición-, con quienes comparte ese privilegio.