Omar Giménez y su hijo Diego eran buscados intensamente y este viernes los encontraron en la localidad bonaerense de Luján. Dos menores y una mujer los denunciaron por abuso.
Detuvieron a los entrenadores acusados de abuso sexual
Tras varios días de intensa búsqueda, este viernes la policía detuvo a los dos entrenadores de las divisiones inferiores del fútbol femenino del club Argentino de Quilmes, acusados de abuso, durante un operativo realizado en la localidad bonaerense de Luján. Los detenidos son Omar Leonardo Giménez, de 52 años, y su hijo Diego Omar Giménez, de 27, quienes se desempeñaban como directores técnicos de las divisiones formativas femeninas en dicho club del ascenso.
Los sujetos estaban siendo buscados por las denuncias en una causa caratulada como "abuso sexual agravado y grooming", y ambos hechos eran investigados por la Unidad Funcional de Investigaciones (UFI) 8 de Quilmes, como así personal de la UFI 1 de Berazategui.
Las víctimas son dos menores de 13 y 15 años y una mujer de 21 años, todas jugadoras de fútbol de Argentino de Quilmes, quienes denunciaron haber sido abusadas por ambos sujetos, quienes no solo acosaban a las jugadoras a través de las redes sociales, sino también mediante WhatsApp, e incluso uno de los acusados llegó a manosear y le practicó sexo oral a una de las jóvenes.
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El club despidió a los entrenadores tras las denuncias.
La mayor de las denunciantes es excuñada del menor de los Giménez, quien abusó de ella desde los 12 años, tal como consta en la denuncia penal.
A la tercera denunciante, que jugaba al fútbol en Argentino de Quilmes, de acuerdo a lo que refirió la familia, era acosada por el mismo hombre, quien le pedía fotos en ropa interior y desnuda, a la vez que él mismo le enviaba ese tipo de imágenes vía celular.
La mamá de una de las nenas mostró los mensajes que le enviaba el DT.
También explicaron que una vez que este mismo hombre se quedó a dormir en la vivienda familiar, éste abusó carnalmente de la chica.
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Luego de las denuncias, y ante la notoriedad que tomó el caso, tanto padre como hijo comenzaron a refugiarse en diferentes viviendas del conurbano bonaerense, hasta que fueron interceptados en cercanías de la estación de ómnibus de Luján.
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