El debut del adolescente de 14 años en el Malevo llamó la atención, pero esconde una situación innecesaria cuyo único objetivo es imponer una marca.
Apolonio, el niño de Riestra y la necesidad de llamar la atención a toda costa
El debut de Mateo Apolonio en el equipo superior de Deportivo Riestra es un papelón, pero muchos optaron por celebrar un hecho totalmente innecesario y repudiable, en vez de cuestionarlo y condenarlo.
El niño de 14 años y 29 días fue utilizado por la institución del Bajo Flores para llamar la atención y viralizarse una vez más, acudiendo a maniobras berretas al igual que hace en esas pretemporadas militarizadas en donde los futbolistas salen a correr en la playa a las 4 de la mañana.
Al manejarse como una empresa, el Malevo busca constantemente a través de estas artimañas baratas, imponer la marca comercial que lo caracteriza.
Con el ingreso del adolescente, ocurrido a los 39 minutos del segundo tiempo del partido de Copa Argentina que Riestra perdió contra Newell´s en el estadio de Patronato de Paraná, Cristian Fabbiani expuso a un juvenil, vendiéndose el DT a un circo y a un sistema perverso que nada tiene que ver con el fútbol.
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Mateo Apolonio se convirtió en el futbolista más joven en debutar en el fútbol argentino, superando la marca de Sergio Agüero en Independiente. En comparación con eso, el estreno del Kun se dio en el marco de un jugador formado y listo para saltar a la cancha, a diferencia de este pequeño que ingresó al campo de juego asustado y no tocó ni siquiera una pelota en los 10 minutos que estuvo en el partido.
Un importante sector de la prensa y de la sociedad fue cómplice de esta situación y se prendió a la joda, sin analizar en profundidad la grave realidad del hecho, es decir, forzar algo que en un contexto normal no hubiese sucedido nunca si no existiera un trasfondo plagado de intereses.
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Seguramente Apolonio mantenga durante siglos el récord del jugador más joven en haber debutado en la historia del fútbol argentino y posiblemente eso lo llene de orgullo. Pero también, quizás, el hecho lo marque de manera negativa para toda su vida y la virtud de su carrera futbolística solo se reduzca a este "histórico" hecho.