El Cruzado, uno de los invictos del torneo, empató 1 a 1 ante La Gloria, que jugó todo el segundo tiempo con uno menos, en un partido en el que erró dos penales y comenzó ganando.
Maipú se quedó e igualó un partido insólito con Instituto
El Deportivo Maipú dejó pasar este domingo una oportunidad increíble de ganar ante Instituto de Córdoba, en un duelo de invictos por la quinta fecha de la Primera Nacional. Fue un partido intenso, con roces, en el que la visita jugó todo el segundo tiempo con uno menos y el local erró dos penales, comenzó ganando y no supo aguantar la ventaja para sumar un nuevo triunfo y seguir prendido a la pelea por el liderazgo.
Maipú debutó en el torneo igualando ante Independiente Rivadavia como local, luego metió dos triunfos consecutivos frente a Ferro como visitante y Mitre como local, y venía de empatar frente a Sacachispas. La Gloria, por su parte, buscaba su tercera victoria consecutiva luego de los triunfos ante Almagro y Nueva Chicago.
La primera parte se vio interrumpida a los 12 minutos porque hinchas del Cruzado se treparon al alambrado y empezaron a tirar bengalas de humo al campo de juego, por lo que el partido se detuvo por unos minutos hasta que los mismos se bajaron.
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Luego, el encuentro se hizo intenso y con muchos roces, generando una tensión que alcanzó su punto máximo a los 40 minutos, cuando Parnisari le pegó una patada a Santiago González por la que el árbitro le mostró la roja y pitó penal. La decisión causó la protesta de todo Instituto, por lo que la ejecución tardó cinco minutos.
El Cruzado pagó cara su imprecisión.
A los 45, González se hizo cargo del penal, pero su disparo fue atajado de muy buena manera por el exarquero de Godoy Cruz, Jorge Carranza.
La segunda parte comenzó como finalizó la primera. Con un penal errado. Álvaro Veliez desbordó por derecha y envió un centro que fue interceptado con la mano por un defensor de La Gloria. Esta vez, fue Bruno Nasta el encargado de patear, y metió un potente remate que se fue por arriba del travesaño.
A los 35 minutos, Maipú tuvo su premio y llegó desde el banco de los suplentes. El ingresado Ortega armó una buena jugada por derecha, envió un centro bajo y el también ingresado Damián De Hoyos metió un derechazo para abrir la cuenta.
Poco duró la ventaja, porque en la jugada siguiente, tres minutos después, Joaquín Molina conectó con una precisa volea un centro alto desde la izquierda para igualar las cosas para Instituto.
Así, al Cruzado se le escapó un partido increíble en el que tuvo todo para ganarlo, pero se quedó y La Gloria se llevó un gran premio a Córdoba.
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