Talleres de Remedios de Escalada volvió a la segunda categoría tras 28 años y uno de sus grandes figuras fue el arquero mendocino Damián Tello.
El mendocino que la rompió en el histórico ascenso de Talleres (RE)
Talleres de Remedios de Escalada venció este sábado por 1 a 0 a San Miguel, como visitante, en la segunda final de la Primera B Metropolitana, se consagró campeón y de esta manera logró el ascenso a la Primera Nacional tras 28 años, teniendo como una de sus principales figuras al arquero mendocino Damián Tello.
Luego del empate sin goles en Escalada, todo se definía en Los Polvorines en un estadio colmado por la gente de San Miguel, que también buscaba el ascenso, tras una debacle deportiva que lo había depositado en la Primera D una década atrás.
Por su parte, Talleres mantenía el sueño intacto de retornar a la divisional que abandonó en 1995. En 2009 recaló en la Primera C pero en 2015 volvió a la B Metropolitana buscando otro ascenso que lo lleve más cerca de la elite del fútbol argentino.
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Fue su goleador, Lautaro Villegas, quien con un remate seco por debajo del arquero Joaquín Pucheta, marcó el único gol del partido a los 35 minutos del segundo tiempo para darle el ansiado ascenso al conjunto del sur bonaerense.
A pesar de que el equipo local fue en busca del empate en los últimos diez minutos, el arquero Damián Tello tuvo una tarde sobresaliente, una más tras un año espectacular, y evitó que este logro se le escape a Talleres, que de esta manera conquistó su quinto título.
El desahogo de los de Remedios de Escalada fue gigante ya que el equipo no gritaba campeón desde la temporada 1987-88, en esta misma categoría, cuando le ganó la final a Almagro en el estadio de Huracán.
Los números de Damián Tello
El arquero mendocino, surgido de Gimnasia y Esgrima y con pasado en el Deportivo Maipú, fue el mejor arquero del año. Disputó todos los partidos del Apertura y del Clausura, que sumados a las dos finales hicieron un total de 34, y recibió 21 goles goles, ostentando así la valla menos vencida del 2023 en la categoría.
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En el Clausura, torneo que ganó Talleres y que le permitió jugar la final, recibió apenas 4 goles en 16 partidos, y cerró el año con una racha de ocho partidos consecutivos sin recibir goles.
Además, sumó un total de 21 partidos sin recibir goles, sobre un total de 34 jugados. A lo largo del Apertura tuvo 6 vallas invictas, mientras que en el Clausura fueron 13, a lo que hay que sumar las dos finales en las que tampoco fue vulnerado.