Godoy Cruz fue humillado por la Academia, en Avellaneda. El Expreso había empezado ganando.
Otra pesadilla del Tomba, que perdió con Racing 6 a 1
Godoy Cruz es para los hinchas ese veneno que va matando las ilusiones lentamente, hasta apagarlas por completo. Es ese golpe de nocaut que, previo al sueño eterno, te da unos minutos de éxtasis para que disfrutes antes del final. Ya todos saben el resultado final en los partidos del Tomba, y también saben que los milagros no existen. Aún así ahí están, fin de semana tras fin de semana repitiendo la procesión del sufrimiento, viendo como lo cachetean partido tras partido.
Y cada vez es peor. Cada vez los resultados en contra son más abultados, las humillaciones son mayores... no importa si juegan los grandes, los de jerarquía, o los pibes de la Reserva. Nada cambia. Ahora la derrota fue 6 a 1, contra Racing, de visitante.
Esa hermosa ilusión óptica llamada Nahuel Ulariaga duró un tiempo. El pibe entró con todo, metió un golazo a los 5 minutos y plantó una mentira en el Cilindro de Avellaneda, que se acabó con el amanecer del complemento. En 6 minutos Racing clavó la bandera de la verdad y dio vuelta el marcador mediante Rojas y Melgarejo, a los 6 y 11 minutos respectivamente.
Lejos de reaccionar, el Expreso continuó sumergiéndose cada vez más abajo conforme pasaban los minutos. Así apareció dos veces más Melgarejo (con un hat-trick) y otra vez Rojas. La dupla paraguaya fue letal por cinco, en contra del Bodeguero.
Ahora el Tomba se quedará en Buenos Aires para jugar el miércoles contra J.J. Urquiza por la Copa Argentina, en lo que seguramente será la despedida del técnico Diego Martínez.
Mientras tanto, entre esta derrota y la próxima deambulación futbolística del equipo, los hinchas de Godoy Cruz bien podrían internarse en una bodega, ahogar sus penas en algún rico vino mendocino y soñar con que algún día despertarán y esta pesadilla interminable habrá llegado a su fin.
El resumen