Los protagonistas de la Copa América se quejaron de la organización durante todo el torneo y en la final el desastre quedó a la vista de todo el mundo. Estados Unidos no estuvo a la altura y en dos años será sede del Mundial.
Papelón de Conmebol y EE.UU.: ¿y acá se va a jugar el Mundial?
A lo largo de la Copa América, distintos protagonistas del torneo se fueron quejando, con mayor o menor intensidad, de los fallos de la organización, tanto de la Conmebol como de Estados Unidos como anfitrión, siendo la voz de Marcelo Bielsa la que sonó más fuerte.
La principal queja tuvo que ver con el pésimo estado de los campos de juego, tanto de los estadios como de los centros de entrenamiento. Pero tras los incidentes registrados en la semifinal, también quedó en la mira la seguridad.
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Y la gran final, que debía ser una fiesta, terminó siendo un papelón total. El caos se hizo presente cuando un grupo de hinchas colombianos ingresó a la fuerza al Hard Rock Stadium, lo que generó que la policía decidiera cerrar las puertas del estadio y dejar a decenas de miles de hinchas, con entrada en la mano, afuera.
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Varios de los que se colaron fueron detenidos. También hubo algunos heridos. Y cuando faltaba media hora para el inicio del encuentro, se decidió postergar el pitazo inicial.
Es que el estadio lucía vacío y la mayoría del público estaba afuera, sin poder ingresar pese a tener sus entradas.
Mientras los jugadores no sabían si hacer la entrada en calor o no, y con la preocupación por sus familias, que no lograban entrar, las inmediaciones del estadio eran un caos. La gente se agolpó en las puertas, con la desesperación por entrar y el miedo de quedarse afuera después de haber pagado miles y miles de dólares por las entradas. Muchas personas, ante el calor y la falta de aire por el amontonamiento, se desmayaron.
En un momento, los genios de la seguridad decidieron liberar todos los ingresos, que entre cualquiera sin control. Y allí comenzaron las corridas para poder entrar, donde muchos se cayeron y fueron pisados por otras personas.
Las imágenes, vergonzosas, recorrieron el mundo y, seguramente, llegaron hasta las altas esferas de la FIFA, que tendrá que tomar cartas en el asunto ya que en apenas dos años, este país que no estuvo a la altura de un torneo de 16 equipos será anfitrión de una Copa del Mundo que integrarán 48 selecciones.
Alejandro Domínguez, como presidente de la Conmebol, deberá dar la cara en los próximos días y rendir cuentas por lo sucedido.
Y Estados Unidos tendrá que entender que esto no es NFL, donde importa más el "show del medio tiempo" que la competencia, y ajustar muchísimos detalles para que el próximo Mundial no pase a la historia como el peor de todos los tiempos.