La vuelta de Russo a Boca Juniors, en 2019, trajo esperanza. Aun así, los resultados no fueron los esperados, y el turno ahora es de Battaglia.
Boca Juniors tiene nuevo DT
Boca Juniors tiene nuevo capitán y busca recuperar lo que fue. Aires nuevos sobrevuelan Casa Amarilla. Todavía sumido en un oleaje intenso que continúa sacudiendo el barco, Boca Juniors experimenta tiempos de cambio. Es que la reciente salida de Miguen Angel Russo de la dirección técnica del club y la consecuente incorporación de Sebastián Battaglia al mando del plantel, fue brisa fresca.
El ahora DT de Primera tiene la tarea de levantar un equipo golpeado no solo por los malos resultados, sino por un juego apático y con poco rumbo.
La destitución de Russo dejó sensaciones encontradas. La familia de Boca Juniors lo recuerda con cariño porque fue el último DT que le dio una Copa Libertadores a la institución de La Ribera allá por 2007. Esa famosa sexta copa, que consiguió armando un equipo sólido, tuvo a un Juan Román Riquelme brillante como estandarte.
La añoranza de aquel certamen no sólo se cimenta en que fue el último título internacional que obtuvo Boca Juniors, sino que también fue un plantel con nombres históricos. Figuras que han hecho parte del recorrido de la institución y que el hincha recuerda con cariño. Clemente Rodríguez, Hugo Ibarra, Martín Palermo, Rodrigo Palacio, Sebastián Battaglia, Daniel "Cata" Díaz y Riquelme.
Expectativa y comienzos promisorios
Cuando la nueva presidencia se hizo cargo del club, luego de que la lista de Daniel Angelici perdiera las elecciones frente a Jorge Amor Ameal y compañía, Russo apareció en escena.
Poco a poco, el hincha recuperaba la esperanza, porque Riquelme (ahora como dirigente), llamaba a Miguel Ángel para que vuelva a ser el director técnico del equipo. Era una apuesta fundamentalmente simbólica y con la memoria puesta en 2007. Boca, Riquelme, Russo y la Copa Libertadores: un combo cargado de expectativas.
Por si fuera poco, la nueva etapa del DT fue más que promisoria. Gustavo Alfaro había dejado el conjunto de La Ribera, Miguel ya estaba en el banco. Quedaban seis fechas para que culmine el campeonato 2019/20 y Boca Juniors seguía en segundo puesto a River, que se encontraba primero de la tabla. En una racha sensacional, el equipo ganó esos últimos seis partidos con una autoridad abrumadora, superando a su eterno rival y consagrándose campeón.
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No fueron sólo los triunfos los que consolidaron ese comienzo esperanzador. Los "Xeneizes" tenían una identidad muy clara. Sabían de sus fortalezas y cómo podían potenciarlas para ganar. Los 16 goles en esos seis cotejos dan cuenta de ello, sin duda se estaba frente a un equipo agresivo, que presionaba alto porque quería recuperar rápido la posición y tomar las riendas del partido. Un equipo que, además, llegaba cargado a los ataques, con varios jugadores pisando el área.
Cambios inesperados
Quizá haya sido la etapa en que Boca Juniors más se pareció al River de Gallardo ya que compartían muchos rasgos identitarios. Pero llegó la pandemia, el fútbol se paró y, a la vuelta, ese estilo se había diluido.
Más allá de esa identidad disuelta, los triunfos seguían llegando. Incluso, la institución azul y oro volvió a salir campeona alzándose con la Copa Diego Maradona. Es así que, durante la era Russo, se volvió a ganar los duelos mano a mano a su eterno rival. Logró dejar atrás esa dominación psicológica que ejercían los de Núñez para pasar a cobrar más protagonismo en los Superclásicos.
Pero más allá de las victorias y los dos títulos, Boca Juniors no convenció nunca desde el juego. Siempre falló en encontrar claridad y certezas en su estilo. Y eso, con el tiempo, se tradujo en malos resultados. Miguel Angel Russo no pudo sostener ese primer equipo que prometía un futuro ganador y ahora el turno es de Sebastián Battaglia.
Aires nuevos sobrevuelan Casa Amarilla.
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