El Xeneize superó al Verdao de principio a fin, pero le faltó puntería y, cuando la tuvo, el arquero Weverton estuvo intratable. La ida de semifinales terminó 0 a 0 y el pase a la final de la Copa Libertadores se define en siete días en San Pablo.
Boca paseó a Palmeiras, pero le faltó el gol y la ida de semis terminó 0 a 0
Tras dejar en el camino a Racing en los cuartos de final, este jueves Boca Juniors inició la serie de semifinales de la Copa Libertadores igualando 0 a0 frente a Palmeiras en el partido de ida, un resultado más que injusto para los dirigidos por Jorge Almirón que fueron netamente superiores del primer al último minuto, pero no estuvieron finos en los últimos metros.
El encuentro se jugó en La Bombonera, con el arbitraje del colombiano Wilmar Roldán, acompañado por el chileno Juan Lara a cargo del VAR. La revancha será el próximo jueves, 5 de octubre, a las 21.30 en la ciudad brasileña de San Pablo.
Los Xeneizes llegaban a este partido luego de mostrar cierta irregularidad en la Copa de la Liga Profesional, donde venían de empatar ante Lanús y antes habían goleado a Central Córdoba, y el domingo enfrentarán a River Plate también en el barrio de La Boca.
Por su parte, Palmeiras venía de perder por 1-0 con el Gremio de Porto Alegre, por la vigésimo cuarta fecha del Brasileirao, dejando atrás una racha de ocho partidos invictos con cinco triunfos y sin goles en contra.
Cavani sigue con la pólvora mojada.
Boca salió decidido y en los primeros dos minutos asedió el área de Palmeiras, terminando con un remate fallido de Edinson Cavani que no pudo conectar a pleno la pelota.
Y a los 3 minutos avisó Palmeiras, cuando Artur recibió en el área un centro pasado desde la izquierda, la bajó de pecho y sacó un zurdazo que se fue rozando el palo izquierdo del arco custodiado por Sergio Romero.
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A los 15 minutos, Valentín Barco ejecutó con precisión un tiro libre desde la izquierda con un buen centro para Edinson Cavani, quien anticipó en el primer palo y metió un cabezazo que se fue apenas desviado.
Boca siguió buscando y a los 17 minutos recuperó la pelota en una presión alta, Cavani le dio un buen pase en profundidad a Cristian Medina y su remate fue tapado de manera providencial por el arquero Weverton.
El Xeneize lo volvió a tener a los 29 minutos. Cavani abrió para Barco, quien desbordó por la izquierda y envió un centro que conectó Miguel Merentiel y la pelota se fue besando el palo izquierdo de Weverton.
A los 40 minutos, el que lo tuvo fue Ezequiel Fernández, quien recibió un rebote e ingresó al área solo, pero se apuró y definió de derecha, su pierna menos hábil, y le salió un remate muy débil.
Un minuto después, Merentiel pisó el área con decisión por el sector derecho y sacó un derechazo cruzado que tapó bien el arquero de Palmeiras.
La primera parte fue toda de Boca de principio a fin y así, en tiempo de descuento, Luis Advíncula envió un buen centro desde la derecha y Cavani ganó en lo alto con un buen cabezazo que salió besando el palo izquierdo.
Boca mereció muchísimo más.
Al segundo tiempo el Xeneize salió a jugar con la misma decisión mostrada antes del descanso, y aunque acechó el área rival, no pudo generar ocasiones claras en los primeros 10 minutos.
Palmeiras avisó a los 11 minutos, con un contraataque rápido luego de un tiro de esquina en favor de Boca, que terminó con Raphael Veiga yéndose solo por el sector izquierdo y sacando un zurdazo potente que se fue desviado.
Sobre los 13 minutos, Advíncula envió un centro pasado desde la derecha que encontró en el segundo palo a Fabra, quien cabeceó ante la pasividad de la defensa visitante y Weverton se vistió de héroe para negarle el gol a Boca. En la continuidad de la jugada, la defensa despejó mal y Merentiel la empujó al fondo de la red, pero Roldán cobró falta previa del lateral colombiano.
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Boca siguió dominando el juego y a los 23 minutos Valentín Barco remató desde afuera, Weverton la atajó con dificultad y en el rebote Cavani no llegó a empujarla para abrir el marcador.
A los 34 minutos, Janson envió un centro desde la izquierda que sobró a Cavani pero encontró en el segundo palo al ingresado Darío Benedetto, quien no cabeceó bien.
El Xeneize terminó sacando un empate con sensaciones encontradas. Por un lado, con la satisfacción de haber jugado un gran partido, el mejor de la era Almirón, pero con la amargura de no haber podido plasmar la superioridad en el marcador para quedar mejor parado de cara a la revancha.
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