El plantel del Xeneize aterrizó en Brasil para jugar la gran final de la Copa Libertadores y en su llegada sufrió un imprevisto que causó gran malestar en la delegación.
Boca llegó a Río, fue recibido de la peor manera y hay mucha bronca
La delegación de Boca Juniors llegó este miércoles a la ciudad brasileña de Rio de Janeiro para disputar la final de la Copa Libertadores de América el próximo sábado en el estadio Maracaná, ante Fluminense, y en su arribo al vecino país sufrió un inconveniente inesperado que generó mucha bronca.
La delegación boquense, que incluye a todo el plantel profesional, a excepción del Changuito Zeballos quien por recomendación médica se quedó en Buenos Aires, aterrizó alrededor de las 20 en territorio carioca.
En su llegada a Rio de Janeiro, el equipo fue recibido por el embajador argentino Daniel Scioli en el aeropuerto de la ciudad carioca que espera la llegada de entre 100 y 150 mil hinchas de Boca.
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Una vez allí, Boca detectó que les habían robado unos cinco bolsos con indumentaria y utilería, por lo que mientras el cuerpo técnico y los futbolistas se trasladaron al hotel, los dirigentes y los utileros se quedaron en el aeropuerto realizando la denuncia correspondiente.
Previo a trasladarse al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el equipo entrenó bajo las órdenes del entrenador Jorge Almirón en el predio ubicado en la misma localidad y, tras la práctica, compartieron un almuerzo juntos en la concentración.
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En Rio de Janeiro, Boca se hospeda en un hotel situado en Barra de Tijuca, a unos 30 kilómetros del estadio Maracaná.
Además, los futbolistas se entrenarán en el predio del Vasco da Gama y por disposición de Conmebol, tanto la práctica del jueves como la del viernes tendrá unos minutos a puertas abiertas.