La Policía de Córdoba no quiso prestar servicios en Gimnasia - Unión, por Copa Argentina, por los hechos de violencia recientes. San Martín jugará a puertas cerradas por los enfrentamientos del otro día. Y el resto no se queda atrás.
El padecimiento del fútbol mendocino por la violencia de los barras
Este miércoles 27 de marzo fue un día triste para los futboleros de Mendoza y para los que seguimos pensando en las utopías de un fútbol civilizado en las tribunas de nuestros equipos. Por ahora, la plaza está lejos de tener paz o de dejar de ser noticia por cuestiones ligadas a los "hinchas" más extremos de los equipos locales.
En un mismo día, la Policía de Córdoba decidió no brindar cobertura de seguridad al duelo entre Gimnasia y Unión por Copa Argentina, que se debía disputar el próximo miércoles en el estadio de Belgrano. Esto ocurrió después de coordinar el operativo con los colegas de Mendoza e interiorizarse sobre la interna de la barra del Lobo que se cobró una vida el 4 de febrero, en el marco del primer partido de la temporada, cuando un enfrentamiento en las puertas del estadio tuvo como consecuencia el asesinato de un hincha. Ante las reiteradas amenazas de nuevos choques (incluido en este duelo de Copa Argentina), la Seguridad cordobesa cortó por lo sano.
Ahora, el partido se postergó sin fecha definida ni tampoco sede, ya que por esta situación no se jugará en Córdoba y podría mudarse a Buenos Aires o Santiago del Estero.
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Posterior a esta información, llegó la otra que entristeció a la provincia y estuvo referida al Atlético San Martín. A horas del debut de local en el Federal A, y tras la notable victoria en el primer partido contra Camioneros de visitante, los verdaderos hinchas del Chacarero se enteraron que no iban a poder asistir a la cancha frente a Juventud Unida de San Luis por los incidentes que ocurrieron en el amistoso de presentación del plantel, en donde las dos facciones de la barra se tirotearon a la salida del estadio.
Estas dos situaciones no son aisladas ni mucho menos, ya que los tópicos referidos a los barra bravas están a la orden del día en todos los clubes de la provincia. Hace algunas semanas, la interna de barras de Independiente Rivadavia tuvo dos hechos: el primero fue en la previa del aniversario del club y en el interior del estadio mientras un grupo pintaba las tribunas; el segundo ocurrió en la previa de un partido, incluyó tiros y no hubo víctimas de milagro.
Hace dos partidos atrás, la barra del Deportivo Maipú apretó a los jugadores por los malos resultados, más allá que los protagonistas (hinchas y futbolistas) y desde la propia institución botellera, intentaron bajarle el precio a la situación diciendo que había sido una "charla tranquila" y consensuada.
Los barras de Godoy Cruz, por su parte, son una bomba de tiempo. Actualmente no hay internas reconocidas, pero en la previa del partido contra San Martín de San Juan por Copa Argentina, se enfrentaron dentro del estadio Juan Gilberto Funes y provocaron destrozos y disturbios que casi suspenden el encuentro.
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Como conclusión, da la sensación que el fútbol mendocino está preso de los barras y los verdaderos hinchas están empezando a sufrir de manera tangible las consecuencias de ese mundo que nada tiene que ver con el amor y la pasión por los colores.
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