La institución de Cataluña no terminó el año de la mejor manera.
Barcelona cierra el año con escándalo: pagó 50 millones y no es más del club
El FC Barcelona cierra este 2024 con un verdadero papelón histórico. Y es que con la llegada del nuevo año 2025 dos de sus jugadores más importantes deberán irse del club obligados. Se trata nada menos que de Dani Olmo, fichado por 50 millones en septiembre, y Pau Víctor, del Barça B. El Barcelona no pudo inscribir a ninguno de los dos para la segunda mitad de esta temporada 2024-25, para los primeros seis meses de 2025, y entonces serán libres de formar parte de la plantilla blaugrana de manera obligada, aunque con situaciones diferentes.
De no ser inscripto, Dani Olmo queda totalmente libre y podrá fichar por el club que quiera, sabiendo que tiene ofertas de otros poderosos, como el PSG o el propio RB Leipzig de donde llegó. En el caso de Pau Víctor el jugador seguirá siendo del Barcelona, pero deberá ser cedido a la fuerza a otro club.
El Barça, por estar excedido en la regla del 1-1, pudo inscribir a Dani Olmo de todas formas en septiembre, ya que no contaba en la plantilla con Andreas Christensen, lesionado y desvinculado de momento, pero sabían que para el 31 de diciembre la situación de Olmo, figura de España en la pasada Euro, volvería a ser crítica. Pese a saberlo con anticipación, no trabajaron lo suficiente y quedaron expuestos en este ridículo que podría tener consecuencias aún más graves.
Uno de los últimos intentos del Barcelona fue pedir dos nuevas licencias, para cada jugador, pero LaLiga anunció que nada de eso sucedió: "El Fútbol Club Barcelona no ha presentado ninguna alternativa que, atendiendo al cumplimiento de la normativa de control económico de LaLiga, le permita inscribir a ningún jugador a partir del próximo 2 de enero".
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Para colmo, en el contrato que firmó hasta junio de 2030, Dani Olmo incluyó una cláusula que le permite quedar libre si el Barça no logra inscribirlo debido a sus dificultades con el fair play financiero. Además, el club estaría obligado a pagarle el salario completo pactado hasta 2030, una situación que, de concretarse, podría marcar el fin de la presidencia de Laporta por razones evidentes.