Droga en el barrio: hablan los que tratan de salvar a los pibes con el deporte

Históricamente en nuestro país la práctica de deportes ha estado vinculada no sólo al hecho de llevar una vida saludable o a la posibilidad de construir una carrera profesional que permita vivir de la misma, sino también a un instrumento de desarrollo social y de contención. Sobre todo para niños y jóvenes en diferentes situaciones de vulnerabilidad  social vinculadas a la pobreza, a la violencia o a los consumos problemáticos.

Sobre este último punto, en Mendoza, todo lo que se hace parte principalmente de la buena voluntad de los profes, ya que no hay una metodología clara y unificada, algo en lo que está trabajando la Subsecretaría de Deportes para contar con un protocolo de acción.

"Un pibe más en el club, un pibe menos en la calle", es un viejo dicho de los clubes de barrio que día a día trabajan para mejorar el presente de los más chicos y brindarles más oportunidades de cara al futuro. Y en esa lucha, indefectiblemente, el problema de las adicciones está siempre latente y no queda otra que abordarlo, aunque la mayoría de las veces se hace desde la improvisación, pese a que hay muchísima voluntad para ayudar.

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Mendoza Post dialogó con cinco referentes del deporte local para conocer cómo se está trabajando en escuelitas de fútbol, clubes, gimnasios y también desde el Estado para evitar que los pibes caigan en la droga y, si lo hacen, qué se hace para ayudarlos.

Fútbol en el Campo Papa

Alfredo Ávila dedicó toda su vida al fútbol. Aquel defensor aguerrido que supo vestir las camisetas de Huracán Las Heras e Independiente Rivadavia, entre otros, hoy está a cargo del Club Olimpo, en el Campo Papa, donde trabaja en coordinación con la Subsecretaría de Deportes de la provincia.

"Nosotros hemos ido aprendiendo y por la experiencia uno se da cuenta cuando un chico deja de venir, cuando está con problemas de adicción", relata. ¿Qué se hace en un caso así? "Hablamos mucho con ellos", asegura, aunque reconoce que "es delicado, te metés en un lugar que es complicado, pero tratamos de hablar y aconsejarlos, porque es muy difícil que venga algún mayor, y te juro que te escuchan un montón. Pero con nosotros están dos o tres horas y después vuelven a la realidad", lamenta.

"Te das cuenta cuando están pasados de vuelta y dejan de venir. Y de repente vienen y te dicen "profe, me la mandé", ellos te cuentan, nos tienen mucha confianza. Uno los aconseja, pero no podemos pasar más de eso", agrega.

De todas maneras, Ávila explica que hay una especie protocolo por el cual, ante estos casos, "nos comunicamos con los líderes barriales y, además, le informamos a la Subsecretaría. Entre ellos coordinan y algunos aceptan ir a los lugares de ayuda, otros no, algunos que son grandes lo toman mal, dejan de venir... Después vuelven y nosotros, más que nada, los seguimos aconsejando".

Finalmente, Alfredo Ávila comentó que "estamos siempre haciendo cursos y capacitándonos" a través de la Subsecretaría de Deportes para saber qué hacer ante casos de adicciones, como también de violencia familiar o de género.

La experiencia de Pablo Chacón

El medallista olímpico en Atenas 1996 está a cargo del gimnasio que lleva su nombre y desde su experiencia relató que "se lo trabaja a través del deporte y de charlar, principalmente, alentándolos a que se puede salir, que es posible. El deporte es uno de los canales para salir adelante, con un proyecto de vida".

Chacón reconoce que ha tenido algunos casos con problemas de adicciones, "y uno tiene que estar ahí y apoyarlos a que principalmente tengan ganas de salir", y reveló que hace unos años llegó un pibe de otra provincia que en poco tiempo pudo dejar la droga, llegó a competir al más alto nivel internacional y "tiene un gran futuro".

Por otra parte, el excampeón mundial contó que "por suerte tengo un psiquiatra amigo y que su esposa es psicóloga, Luis Aramburú, un fanático del boxeo que siempre está dándome una mano con los chicos, en lo que él puede. Trabaja en el Carlos Pereyra, es un gran colaborador y él es el que me da una mano".

Finalmente, Chacón lamentó que no tiene ningún contacto con la Subsecretaría de Deportes desde 2016. "Ese año me sacaron la beca, que era una ayuda que yo usaba para ayudar a los chicos que tengo hospedados en el gimnasio, para la comida, para viajes, para todo", concluyó.

La prevención desde las bases

Diego Medina es recolector de residuos y desde hace unos años decidió abrir una escuelita de fútbol en El Bermejo, El Ciclón, con el objetivo primordial de que los pibes de la zona no estén en la calle. Como su trabajo está dirigido a chicos hasta los 13 años, no ha tenido ningún caso de adicciones, pero sabe que su trabajo, en plena edad formativa, puede ser vital para la prevención.

"Yo les inculco que primero tienen que ser buenos hijos, buenas personas, buenos en la escuela... y después buenos en el fútbol. Cuando uno les enseña a jugar a la pelota, cuando les preguntás con qué juegan, la mayoría te responde 'con los pies', pero en realidad jugás al fútbol con la cabeza. Así que siempre les digo que tienen que cuidar sus cabecitas", explicó.

Por otra parte, Medina dijo estar en contacto directo con el área de Deportes de la Municipalidad de Guaymallén, que este mes lanzó el programa Forjando el Potrero, "un ciclo de charlas para para que nos capaciten a los profes que tenemos pocos recursos".

"Esta semana fue el lanzamiento y nos explicaron todos los temas que vamos a abarcar, kinesiología, nutrición, cómo armar entrenamientos, detección de violencia infantil, todo eso abarca el curso, son nueve charlas y en cada charla un tema distinto", por lo que espera que con este programa pueda contar con herramientas para reforzar su trabajo y saber cómo actuar si se llega a presentar algún caso.

Un club de barrio, pero también de la Liga Mendocina

El club Eva Perón compite en la primera división de la liga provincial, pero además forma chicos a partir de los 4 años, edad en la que ya pueden sumarse a la escuelita de fútbol. Sobre el tema, el presidente y DT del primer equipo, Marcos González, aseguró que "es un tema que está instalado en el ambiente, pero no es algo que suceda constantemente acá en el club. Sí hemos dado una mano cuando ha pasado, o un consejo, no más que eso. Estar presente y decirles las cosas como son, pero ahora no tenemos casos puntuales".

González explicó que durante todo el año pasado trabajaron junto a un psicólogo para tratar diversas problemáticas, pero se trataba del papá de uno de los chicos de infantiles que decidió sumarse para colaborar, y como este año se cambiaron de club, perdieron ese vínculo.

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"Charlo muchísimo con los chicos, el tema de las drogas, las salidas, el alcohol. Se los remarcamos constantemente, aunque después piensen 'este es un pelotudo que no sabe nada' o vayan por su cuenta haciendo boludeces, pero yo creo que si estás constantemente hablándoles, a más de uno le entrás", explicó.

Finalmente, agregó que "tenemos un gran apoyo de la Municipalidad de Maipú, que suele brindar capacitaciones de todas cosas que son importantes para los clubes, entre ellas cómo afrontar algún caso especial".

El trabajo del Estado

Viviana Balzarelli es la encargada del área de Deporte Social de la Subsecretaría de Deportes de la provincia. Sobre el tema, adelantó que "estamos armando el plan estratégico con la gente de la Dirección de Salud Mental y Adicciones, para que los profes o líderes barriales al frente de un equipo, de cualquier deporte, sepan cómo actuar en ese momento".

"Ahora estoy armando una red con todos los coordinadores deportivos y todos los clubes de Mendoza, donde ellos van a poder disponer del contacto directo de la gente del Plan Provincial de Adicciones, de Salud Mental y de Género y Diversidad, por si tienen algún caso y activar inmediatamente para tratarlo", explicó.

Por otra parte, Balzarelli lamentó que "remamos en dulce de leche, porque muchas veces la gente mira para otro lado y piensa'el consumo le pasa al de enfrente, no a mí, no a mi familia, no a mi hijo, para qué voy a aprender, para qué voy a ir', y nos ha pasado que armamos una capacitación y cuando llegábamos con todo el equipo había solamente tres personas. La charla la damos igual, pero si no hay compromiso dirigencial...".

"A veces no das abasto y a veces las situaciones las tenés encima y no las conocés. La temática no es fácil, cuando yo digo Plan Provincial de Adicciones me dicen 'bueno ahí vemos'. ¡No! Armemos ya un cronograma, veamos cuándo nos juntamos, cuándo hacemos la capacitación", concluyó la funcionaria.

Teléfono de contacto

148, opción 0, todos los días de 8 a  20. Este número comunica con profesionales de salud mental de la Dirección de Salud Mental y Adicciones de la Provincia de Mendoza.