Independiente Rivadavia festeja un año de la mítica final por el ascenso y el campeonato de la Primera Nacional. La palabra de uno de los héroes.
A un año de la inmortalidad: la Lepra y su primer año de Primera
El 29 de octubre de 2023 no es una fecha más en la historia del Club Sportivo Independiente Rivadavia, ni en sus miles de hinchas, que fueron testigos de una campaña histórica del equipo, acostumbrado en los años previos a sufrir los malos resultados. Pero en la campaña 2023, la moneda cayó del otro lado y la fortuna le sonrió al pueblo leproso, que pudo lograr el ansiado y utópico ascenso a la Primera División del fútbol argentino.
Cuando se dice que la campaña de Independiente Rivadavia fue histórica es porque eso marca la estadística: fue el equipo que más puntos sumó, el que más goles marcó, el que más partidos ganó, el que más ganó como local, el segundo equipo con menos partidos perdidos y, como si fuera poco, el equipo que tuvo al goleador total de la Primera Nacional.
La construcción del monstruo Independiente Rivadavia que se coronó campeón, tuvo como alma máter al "Loco" Alfredo Berti, el entrenador que fue capaz de armar un equipo intratable, que logró una regularidad fuera de lo común y que supo colocar las piezas en su lugar justo para lograr un equipo equilibrado defensivamente, con Maxi Gagliardo en el arco, la dupla de centrales de Petrasso y Maidana, la inteligencia de Tonetto, Romero y Ham, la habilidad del "Chucky" Reali y la potencia goleadora del "Paragua" Álex Arce, que marcó 26 goles en el certamen.
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La campaña leprosa comenzó de manera irregular, con 4 triunfos en los primeros 10 partidos, con una dura derrota ante Chacarita incluida, y tres empates consecutivos, que no hacían pensar lo que podía venir en la segunda mitad del certamen. El resto de la primera rueda fueron casi todos triunfos que lo posicionaron para pelear cabeza a cabeza con Chacarita y Maipú.
La segunda rueda seguiría con la misma tónica, en un duelo encarnizado entre los tres equipos encumbrados, que iban turnandose para ser punteros. La victoria ante Chacarita en el Bautista Gargantini y la victoria en la última fecha ante el Cruzado, para ganar la zona y llegar a la final, fueron los partidos más icónicos de la gran campaña leprosa, que tendría que escribir un capítulo más, en letras de oro.
La gran final de la Primera Nacional iba a enfrentar a la Lepra con Almirante Brown, en el Mario Alberto Kempes, de Córdoba. El pueblo leproso, en una interminable caravana, viajó a la capital cordobesa en masa: más de 20 mil almas azules colmaron las tribunas del Kempes, en un partido por demás emotivo y tenso, que se definió en el tiempo suplementario, con los goles de Brian Sánchez y de Victorio "Pipe" Ramis.
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El pitazo final desató la locura azul en suelo cordobés y la emoción en grandes y chicos de la Lepra mendocina, que dejaron atrás décadas de sueños de Primera División, para volver a ser un equipo de la élite del fútbol argentino, dejando atrás el fantasma de los viejos Torneos Nacionales, cuya última participación fue en 1982, cuando quedó eliminada en cuartos de final.
Lejos quedaron también los descensos, las crisis económicas, las campañas que ilusionaban, los sueños rotos. En 2023, la Lepra volvió a ser de primera y se aseguró permanecer en la máxima categoría, al menos, un año más, con la eliminación de los descensos por parte de la AFA.
El festejo de la gente en la caravana de regreso a Mendoza, con un Bautista Gargantini colmado, festejando junto a los héroes del Kempes, fue el fiel reflejo del desahogo de generaciones de leprosos que ahora pueden disfrutar de estar viendo a su equipo en la Primera División. El color y calor que la hinchada leprosa impone en cada partido en el Gargantini, es el reflejo también del goce y del disfrute de la gente, que vive un momento histórico del club de sus amores. Sin dudas, el 29/10/23 no quedará en la historia como un día más, en la historia de Independiente Rivadavia.
Así lo vivió uno de los héroes del ascenso
Diego Tonetto es un nombre profundamente arraigado en el imaginario del hincha leproso. El talentoso volante, que previamente a la campaña del ascenso había tenido un paso por el Azul, pudo saldar la cuenta pendiente en un club con el que está plenamente identificado.
Recordando lo sucedido hace un año, Tonetto explicó al Post que cuando sonó el silbatazo final del árbitro "lo primero que se vino a la mente, obviamente que pensamientos de felicidad, sentir internamente que se había logrado el objetivo y a nivel personal cumplir el sueño que me había propuesto desde mi vuelta al club", afirmó.
Parte importante en el andamiaje de la Lepra campeona, el volante zurdo contó que comenzó a creer en que el campeonato era posible tras derrotar a Maipú en la última fecha de la primera rueda, en un duelo que se viralizó por el show impresionante que montó la hinchada leprosa.
Tras el gol de Pipe Ramis, en los instantes finales del encuentro, se sucedieron un cambalache de emociones, pero hay algo que quedó dentro de la mente de Tonetto: "el pitido final del árbitro lo tengo grabado en mi mente. Y luego poder disfrutarlo con mi mujer y mis hijos dentro de la cancha fue hermoso. Cómo así también la llegada a Mendoza, en caravana desde el aeropuerto al Gargantini mostrando la copa por toda la ciudad", recordó.
Por último, Diego afirmó que lograr el campeonato y el ascenso "fue cumplir un sueño, muchas veces lejano. Pero el año pasado se dio todo para poder lograrlo. Siempre lo dije, fue un año soñado para cualquier jugador. Lo disfruté mucho, como actualmente poder defender esta camiseta en la primera división. Tengo el deseo de poder retirarme acá, el hincha me valora y eso es impagable para mi", concluyó Tonetto.