Milei volvió al país y firmó la reforma laboral que ingresará al Congreso

El envío formal al Parlamento se espera en el marco de las sesiones extraordinarias convocadas hasta el 30 de diciembre, período en el que también se tratarán otras iniciativas de corte económico y estructural.

Milei volvió al país y firmó la reforma laboral que ingresará al Congreso

Por: Andrés Figueroa

El presidente Javier Milei regresó este jueves a la Argentina desde Oslo, Noruega, donde asistió a la ceremonia de entrega del Premio Nobel de la Paz, para firmar el proyecto de reforma laboral que enviará al Congreso en las próximas horas. 

El arribo del mandatario se produjo por la mañana en el Aeroparque Metropolitano, y minutos después rubricó el texto que se convertirá en uno de los ejes centrales del debate político y legislativo de las próximas semanas. El envío formal al Parlamento se espera en el marco de las sesiones extraordinarias convocadas hasta el 30 de diciembre, período en el que también se tratarán otras iniciativas de corte económico y estructural.

La reforma laboral propuesta modifica aspectos históricos de la legislación laboral argentina, buscando introducir mayores grados de flexibilidad en las relaciones entre empleadores y trabajadores. Entre los puntos más discutidos figuran la posibilidad de pactar nuevas modalidades de contratación, la implementación de salarios vinculados a productividad o incluso moneda extranjera, la creación de un fondo de cese laboral, y la flexibilización de la jornada de trabajo y convenios colectivos. El Ejecutivo también apuesta por incentivos fiscales que promuevan la formalización del empleo, con el objetivo declarado de reducir los altos índices de informalidad que afectan al mercado laboral.

La iniciativa, sin embargo, ha enfrentado una fuerte resistencia de los principales sindicatos y sectores gremiales, que consideran que la propuesta amenaza derechos laborales conquistados durante décadas. La central obrera más importante del país rechazó públicamente el supuesto aval que el Gobierno había intentado atribuirle, y advirtió que la reforma podría debilitar el poder negociador de los trabajadores en beneficio de las grandes empresas. Las diferencias sobre artículos clave -como los referidos a cuotas sindicales y modalidades de representación- fueron motivo de intensos debates durante la redacción final del texto, incluso hasta el punto de que ciertas propuestas fueron finalmente recortadas para evitar mayores tensiones antes de su envío al Congreso.

El escenario parlamentario donde se discutirá la reforma laboral es complejo. El oficialismo, liderado por la coalición gobernante, cuenta con una presencia reforzada tras las ultimas elecciones de medio término, lo que le otorga mayores posibilidades de aprobar su agenda. Aun así, el tratamiento legislativo implicará arduas negociaciones con bloques opositores y sectores políticos moderados para asegurar quórum y votos, especialmente en el Senado, donde la jefa del bloque oficialista buscará presidir la comisión encargada de dictaminar la iniciativa. La convocatoria a sesiones extraordinarias hasta fin de mes refleja la intención del Ejecutivo de avanzar lo más rápidamente posible con estas reformas antes del receso parlamentario.

Más allá de los aspectos técnicos y políticos, el debate en torno a la reforma laboral pone de manifiesto una profunda polarización en la sociedad argentina, donde sindicatos, cámaras empresarias, partidos políticos y diversos sectores de la sociedad civil han expresado opiniones encontradas. Para el Gobierno, la modificación del marco laboral es un paso necesario para dinamizar la economía y generar más empleo formal; para sus críticos, representa una entrega de derechos que podría profundizar la precarización del trabajo. En los días que vienen, conforme avance el tratamiento en comisiones y en el recinto, se medirá no sólo la viabilidad de la reforma, sino también el impacto político que tendrá sobre la gestión y sobre el clima social de cara a 2026. 

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