Llega mañana luego de una tormenta económica que está lejos de haberse disipado. Operaciones, algún encono, y encuestas negativas.
Macri en Mendoza, en su peor momento
El clima político de Buenos Aires está irrespirable. El combo es duro y no ofrece opciones. La presión sobre el dólar siguió ayer después del jueves negro y del viernes de la “súper tasa”. La inflación será nuevamente alta en mayo, empleados de supermercados contaron ayer que recibieron listas con 3.000 aumentos de precios, consecuencia de la devaluación. El déficit fiscal ahoga, la oposición acosa con el proyecto demagógico sobre las tarifas. Las peleas del gabinete se cuelan en todos los diarios. Los socios acompañan a regañadientes. Y lo que es más duro, los medios económicos de las grandes capitales del mundo, que veían en Macri a un presidente gestor, modelo para América Latina, empezaron a notar las costuras del plan. Y a mostrar desconfianza en la economía, en los números argentinos, tanto como en la capacidad para resolver los problemas.
No hace falta trabajar en Moody’s, en Standar and Poor’s o en JP Morgan o llevarse siete mil millones de dólares del Banco Central en una semana. La gente se da cuenta de lo que pasa, en su propio bolsillo, porque no le alcanza el dinero, y teme por su trabajo. Argentina se ha vuelto más vulnerable a una crisis de confianza respecto del resto de los países de la región. Esa crisis ya empezó. Afuera, de la mano de reportes económicos de agencias, especialistas, medios, operadores financieros y consultoras, y adentro, en las expectativas de la población. Una encuesta dada a conocer por la consultora Management & FIT castigó duro la marcha de la economía. El 63,7 % de los argentinos considera que la situación está “mucho peor” (36,5%) o “peor” (27,2 %) que hace un año. El sondeo relevó datos desde el 27 de abril hasta el jueves 3 de este mes, el “jueves negro”, en que el dólar llegó a 23,50 pesos.
Es el peor momento de Macri con los argentinos. En ese estado de cosas, el presidente llegará a Mendoza mañana.
La visita
Aún no hay una agenda completa ni demasiados datos de la visita. El presidente Macri llegaría mañana después del mediodía, y recorrería obras durante un par de horas en los departamentos de Maipú, Las Heras y Godoy Cruz, y tal vez Luján de Cuyo, si hay tiempo. “La agenda está en revisión y se terminará de ajustar hoy” informaron anoche en el gobierno de Mendoza. Se supone que hará las recorridas con el gobernador Cornejo, con los intendentes, y que hará una de esas paradas “sorpresa” para las redes sociales, a algún ciudadano, o a algún emprendedor.
¿A qué viene? “A respirar un poco de aire amigable” dijo una fuente del PRO. Macri completará mañana diez visitas a la provincia desde que es presidente de la Nación. Nunca antes un presidente en ejercicio vino tantas veces a Mendoza. La última fue para el cierre de la Asamblea del BID, a fines de marzo. Clareo que ello no le garantiza apoyo incondicional. También en Mendoza la imagen presidencial está erosionada. La consultora Martha Reale, directora de Reale Dalla Torre, midió una caída de ocho puntos en las expectativas de la población mendocina, respecto de la marcha de la economía. “Es un dato que va muy emparentado a la imagen” explicó. Entre el 16 y el 22 de marzo, época "post Vendimia", las expectativas de una economía mejor alcanzaban al 44 % de los mendocinos. Un mes después, pero antes del jueves negro, una medición tomada del 25 al lunes 30 de abril (con el dólar ya en 20,80 pesos) marcó una expectativa positiva de sólo el 36 %. En términos estadísticos la caída es enorme. Martha Reale explicó a este diario que la principal preocupación de los mendocinos es la inflación, seguida desde lejos, casi diez puntos detrás, por la inseguridad. Y que la palabra “tarifas” empieza a aparecer en las menciones espontáneas.
En las últimas semanas, la relación del presidente Macri con la UCR presidida por el gobernador Alfredo Cornejo no ha sido la que se espera de socios políticos, hasta que anoche mismo Cornejo hizo de vocero de la cumbre de Cambiemos en la Casa Rosada. El gobernador criticó el proyecto de tarifas de la oposición, ratificó el rumbo económico, dijo que la sociedad de Cambiemos y el gobierno estaban fuertes, y hasta acusó al kirchnerismo de haber dejado en la economía una “bomba de relojería” para que le estallase al gobierno de Macri. Antes, la semana pasada, Cornejo –presidente de la UCR, hay que remarcar- no fue convocado a la Casa Rosada en medio de una crisis muy pesada, que llevó el dólar a su precio máximo y que generó zozobra a los argentinos. Sólo Carrió y su halo mágico y poco afín a los tecnicismos de la economía, aparecieron en el escenario.
En la semana del jueves negro, no sólo el alicaído ministro de Economía Nicolás Dujovne fue objeto de operaciones nacidas en el seno mismo del gobierno. ¿De qué otro modo trascenderían sus gastos más íntimos, como los vuelos privados y el “Chocoarroz”? También Alfredo Cornejo recibió una medicina amarga. Dos veces desde el jueves hasta ayer, el prestigioso periodista Marcelo Longobardi –escuchado desde las seis de la mañana por millones de personas en Buenos Aires- adjudicó parte de la crisis a un fenómeno al que denominó el “Efecto Cornejo”. Lo explicó como el insuficiente acompañamiento de los socios del gobierno en la discusión de las tarifas. Algunos periodistas del grupo Clarín promovieron luego la idea. Al periodista Nelson Castro, además, le llamó la atención que Cornejo haya sido uno de los más “insultados” entre funcionarios que habían visitado la Casa Rosada, en ocasión de una reunión con el ministro Juan José Aranguren. El diario La Nación dijo del gobernador mendocino que es “El nuevo ‘Carrió’ que le salió al gobierno” y coronó con un editorial furibundo, este domingo, acusando al gobernador de “tendencias autoritarias” y de querer “avanzar sobre las instituciones”, basados en la idea de una reforma constitucional con la reelección propia –algo que el gobernador mendocino ha negado muchas veces- y en el proyecto de ampliación de la Suprema Corte. Fuentes de la oposición interna del Partido Demócrata creen que el ex presidente partidario Carlos Balter, quien tuviera fuertes nexos con el diario de los Mitre, tuvo algo que ver con la pieza editorial. Pero Balter lo niega, al punto de ofenderse. “Es ridículo… carece de seriedad” dijo en una corta comunicación.
De todos modos, en política casi nada es casual, y en el gobierno mendocino sospechan que alguna manito oficial hubo tras las repentinas críticas en medios nacionales, al gobernador de Mendoza, pocos meses antes, además, del inicio de las conversaciones electorales.
A lo mejor, Macri aclara en Mendoza si Portezuelo cae en el recorte de la obra pública, o si se salva.
Como sea, no será el mejor clima para la visita de Macri. Pero es el que hay. En todo caso, los integrantes de Cambia Mendoza aprovecharán la visita para mostrarse fuertes y unidos, y aventar los fantasmas que amenazan al poder a caballo de una economía que no logra resolver sus problemas, y de un gobierno nacional con un espacio de maniobras reducido, porque quedan pocos lugares de dónde sacar dinero. Justamente, lo que más hace falta.