Alberto Carleti, vicepresidente, admitió que ha disminuido "la superficie cultivada de todas las frutas que se producen en Mendoza".
Preocupación de la FEM por las superficies cultivadas en la provincia
Alberto Carleti, vicepresidente de la FEM y presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Turismo de Tunuyán, describió la dura situación por la que atraviesa el sector por la suba de costos y la distorsión en la cadena comercial.
Sobre las principales dificultades que atraviesa la fruticultura en Mendoza, Carletti afirmó que “la lista es bastante extensa y se mencionan sistemáticamente en cada diagnóstico y análisis que se hace, pero la mayor dificultad es la falta de rentabilidad en esta actividad, lo que hoy hace que se vayan abandonando cultivos y desapareciendo los productores”.
“Las primeras frutas afectadas, fueron manzanas y peras, pero a través de los años se han ido afectando otros cultivos, como damascos, ciruelas, cerezas, membrillos y duraznos. Hoy vemos que ha disminuido la superficie cultivada de todas las frutas que se producen en Mendoza”, agregó.
El vicepresidente reconoció que “durante los últimos años se han perdido una gran cantidad de hectáreas. Esto lo podemos comprobar recorriendo los distintos departamentos de Mendoza viendo la cantidad de fincas abandonadas”.
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Además, fue claro con la suba de costos: “El continuo incremento de los costos es una de las dificultades de la actividad, porque el productor es la variable de ajuste de la cadena y él no puede trasladar los aumentos al precio de su producto. El aumento de la tarifa eléctrica ha tenido un fuerte impacto en todos los cultivos que dependen de este recurso para el riego. En un cultivos de 30 hectáreas el costo de la energía en diciembre de 2015 fue de $5.000, en diciembre de 2016 de $12.000 y en diciembre de 2017 de $41.000”.
“La mano de obra en la mayor parte de los cultivos representa hasta un 60% del costo de producción, de allí la importancia que tienen estas actividades en la generación de empleo. Si bien el salario del trabajador no representa el mayor problema, sí lo son los impuestos al trabajo”, explicó.
Los mercados internos y externos
Carleti indicó que “el mercado interno ha sufrido al igual que los demás productos una caída en el consumo por la pérdida del poder adquisitivo de los consumidores, por lo cual se satura con mayor facilidad además la caída de las exportaciones por no ser competitivos en precio a nivel internacional, producen un sobreoferta de frutas en el mercado que producen una caída de los precios y hacen que muchos productos no tengan rentabilidad”.
“El mercado externo sigue teniendo un importante potencial, para esto sólo debemos mirar lo hecho por Chile. Hemos perdido muchos mercados que no son fáciles de recuperar, además necesitamos de acuerdos comerciales y fitosanitarios que nos permitan el acceso a mayor cantidad de países, y también resolver nuestro problema de competitividad y ahí el tipo de cambio vuelve a tener una gran relevancia”, añadió.
Sobre alguna solución del problema, Carleti manifestó: “Se deben generar las condiciones de rentabilidad de esta actividad, sin ella todo plan fracasara o no será sustentable en el tiempo. Para esto hace falta de una decisión política gran compromiso y convicción del gobierno en promover y desarrollar esta actividad”.