Jorge Gabriel Brizuela había sido detenido en octubre en el centro.
Investigan por qué liberaron al padrastro de Caterina por un intento de robo
El Procurador de la Corte de Mendoza, Alejandro Gullé, dijo que ordenó una evaluación interna para saber si Jorge Gabriel Molina Brizuela, padrastro de Caterina, acusado de violarla y matarla a golpes, fue liberado por error, tras haber sido detenido en octubre por un robo en grado de tentativa en pleno centro.
Además, el procurador también solicitó evaluar cómo actuaron los fiscales y ayudantes en todas las causas que involucran a Brizuela.
En cuanto a la penúltima detención, el sospechoso del asesinato de Caterina intentó robarle cinco mil pesos a un jubilado en pleno centro en octubre de este año. Fue capturado por los transeúntes que le dieron una paliza. La policía se lo llevó esposado.
Por ese hecho estuvo algunos días tras las rejas, tuvo un juicio abreviado y, entre la fiscal Cecilia Bignert y la defensa del acusado, acordaron una pena de 4 meses y 20 días de prisión efectiva tras el reconocimiento de la autoría del delito. Sin embargo, como no les dieron una fecha cercana para el juicio exprés y Brizuela ya había estado detenido, la magistrada decidió otorgarle la libertad. Le impuso ir todos los días a tribunales pero el padradro de la niña no lo cumplió, se sustrajo al proceso.
Aquí aparecen dos aparentes irregularidades, por lo menos. Que Bignert decidió sobre la libertad de Brizuela sin que el juicio abreviado se haya ejecutado. En ese sentido, el juez podría haber estimado que esa pena (de 4 meses y 20 días) es poco o directamente no haber aceptado que se celebre ese tipo de juicio.
Por esta razón, es que Alejandro Gullé pidió que esta situación sea revisada para que se determine si la fiscal actuó o no correctamente.
Cabe destacar que Molina Brizuela tiene un frondoso prontuario por delitos contra la propiedad, por lo cual, con sus antecedentes, debería haber quedado detenido.
No obstante, hay dos fiscales más que serán investigados. Fernando Giunta, quien estaba a cargo cuando Sheila, la hermana de Caterina, fue internada en el Notti por los golpes recibidos. En esa instancia hubo dos procedimientos policiales, por lo cual se investiga que hizo la Oficina Fiscal en esa instancia.
La otra fiscal en la mira es Claudia Ríos, al frente de Homicidios y Paraderos, quien deberá justificar su accionar tras la denuncia radicada por la OAL por el paradero de la madre y el padrastro de Caterina. El organismo afirma que no tuvieron respuesta.