La DGE analiza que los alumnos "recursen" en vez de repetir

Luego de un análisis del Ministerio de Educación que revela el costo laboral de la repitencia, se instó a las provincias a rever el régimen de cursado. Está demostrado que repetir no ayuda al alumno.

La DGE analiza que los alumnos "recursen" en vez de repetir

Por:Ana Montes de Oca
Periodista

El ministerio de Educación de la Nación hizo un cálculo de cuánto le cuesta a cada provincia la repitencia en los dos primeros años del secundario e instó a pensar en un nuevo régimen académico. Una de las opciones que podría implementar la DGE en Mendoza, es que los alumnos no repitan todo el año sino que recursen las materias que no aprobaron.

Para la UNESCO, la repitencia es “una manifestación de la inadecuación de los sistemas escolares contemporáneos a las condiciones, posibilidades y necesidades concretas y diferenciadas de la población”. Y cuestiona si la repetición es un problema o una solución, ya que no existen evidencias empíricas que muestren una correspondencia entre repetición y nivel de aprendizaje logrado.

Si bien el “costo” de la repitencia no es muy alto para Mendoza (unos $49 millones en un presuuesto anual de 13 mil millones), la decisión de revisar el régimen de promoción responde a un punto clave: está demostrado que el alumno que repite el año no aprende más ni mejor.

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“Lo importante de este estudio no es que se haya calculado el costo con el fin de ahorrar, sino con el fin de mejorar el gasto” explicó al Post el Director General de Escuelas Jaime Correas a la vez que remarcó la importancia de que por primera vez se ponga el foco en la repitencia para analizar cuál es la mejor solución para el alumno.

Si bien el estudio es meramente cuantitativo y sólo calcula el costo en términos laborales (sólo calcula cuántos docentes “ocupa” la masa de alumnos repetidores y da un bosquejo de cuántas horas de clase se están reiterando), es indudable que sirve como punto de partida para reasignar esas horas de un modo que al chico no le signifique ni perder un año entero, ni perder a su grupo de pertenencia.

Por eso, una de las opciones que está analizando la directora de Planificación de la Calidad Educativa María Julia Amadeo, es implementar un régimen parecido al universitario.

El costo de repetir es muy alto para el alumno

“Es irracional que el chico tenga que recursar todas las materias porque no aprobó tres (que es el límite para pasar de año). Además, para el alumno que repite eso tiene un costo humano muy alto que repercute no sólo en su vida escolar sino en toda su vida”, aclaró Amadeo.

Por eso, la idea de que el alumno pueda “recursar” como en la universidad aquellas materias que no aprobó, pero seguir estudiando con sus compañeros las materias que rindió bien, es una de las posibles soluciones.

Amadeo subrayó que “si bien este año tenemos notas sensiblemente superiores debido a distintos programas que tienden a disminuir la repitencia, hay que solucionar ese aspecto humano tan costoso para el chico que repite”.

Jaime Correas, director de la DGE: "Se mejora el gasto".

Por su parte, Correas indicó que “los resultados del Aprender mostraron que los alumnos que repiten no están mejor, sino que siguen sacando las notas más bajas.”

“El estudio del Ministerio de Educación demuestra que Mendoza no es de las peores (en términos de costo laboral por repitencia) lo que nos demuestra que haciendo algunos cambios podemos mejorar mucho. Claro que la escuela no puede cambiar por decreto y es un trabajo lento porque hay que ir convenciendo. Aplicar cambios siempre lleva tiempo”, asumió Correas quien, además, aseguró que “los casos que están mal son flagrantes hay chicos que no aprenden porque no duermen, porque los padres no los hacen dormir y los chicos se quedan toda la noche despiertos, o chicos que no van a la escuela porque no tienen ni zapatillas y es ahí donde el Estado tiene que detectar esos casos y actuar rápidamente. También hay chicos a los que directamente no les interesa nada...”, agregó.

Los datos:

El promedio de costo por repitencia si se calculan todas las provincias (menos Buenos Aires), es de unos $65 millones anuales. Pero el estudio no incluyó la educación bonaerense porque su costo salta tanto del promedio que ni siquiera entraba en el gráfico de barras: Buenos Aires gasta $924 millones.

La provincia que tiene el menor costo es La Pampa, con $ 6,4 millones.

Jaime Correas confesó que “en todas las reuniones me siento al lado de la ministra de La Pampa y le pregunto todo. La Pampa tiene mejores índices en todo, pero también es un sistema mucho más chico. Ellos tienen por ejemplo cuatro institutos de educación superior y nosotros tenemos 75. El sistema nuestro es muy grande y no está demostrado que eso sirva: por ejemplo, en la época en la que Ema Cunnietti era directora, había un cargo cada 14 alumnos y ahora hay uno cada 8. En la educación privada hay uno cada 22. Esto demuestra que más maestros no es mejor educación porque, además, la brecha entre el crecimiento de los cargos y el crecimiento vegetativo de alumnos es cada vez más grande y esa brecha está formada por cargos de docentes que no están en aula”.

En definitiva, en Mendoza sólo terminan el secundario en tiempo (sin haber repetido) el 25,5% de los alumnos. Mientras que, incluyendo a los repetidores, la tasa de egreso es del 41,65%.

“Estos números son históricos, desde los años '70 se mantienen más o menos iguales pero lo que cambian son las razones. Antes, cuando el secundario no era obligatorio, era común que los chicos terminaran sólo el primario y luego fueran a trabajar, y muchas mujeres se quedaban sólo con el primario”, indicó María Julia Amadeo.

Y como problema principal, destacó un tema cultural difícil de abordar: “hay sectores de la población para los que es normal que el chico no esté en la escuela. Ahí es donde tenemos que apuntar todos los esfuerzos”.