Se trata de Sebastián Solé, quien sería enjuiciado por lavado de dinero proveniente de la explotación de mujeres.
Piden juicio para el dueño de dos prostíbulos VIP en Mendoza
El fiscal federal subrogante de Mendoza, Fernando Alcaraz, y la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) requirieron la elevación a juicio de Sebastián Solé por lavado de dinero proveniente de la explotación de mujeres en dos prostíbulos de su propiedad que funcionaban en la capital de Mendoza, por los que en 2015 había sido condenado a diez años de prisión.
El pedido de los representantes del Ministerio Público Fiscal alcanza además a Cristian Prado -también condenado por el Tribunal Oral Federal N°1 de Mendoza a tres años y medio de prisión-, a Gisela Haro, Romina Tonolli y Horacio José Solé, padre del principal acusado, a quienes se les endilga haber puesto en circulación en el mercado, administrado y transferido “con habitualidad bienes y dinero provenientes de la actividad ilícita”.
Alcaraz y la Procelac consideraron acreditado que “Solé convirtió -mediante diversas adquisiciones- y administró con habitualidad los montos que superaban ampliamente los $ 300.000 y que obtenía de la explotación económica de la prostitución de personas que ejercían esa actividad en los prostíbulos de su propiedad”, Pyme Nigth y Pyme Vip, al menos entre los meses de julio de 2010 y septiembre de 2013. Según un informe elaborado por la procuraduría especializada, la actividad ilícita le reportaba mensualmente un promedio aproximado de casi 80 mil pesos -entre julio y diciembre de 2010-; 157 mil -durante 2011-; casi 250 mil -en 2012- y 381 mil -en enero y febrero de 2013-. Los fondos provendrían del delito por el que fue condenado a prisión, ya que “no se le conoce otra actividad generadora de ganancias dinerarias”.
En ese sentido, se detalló que el imputado adquirió y/o administró, por sí mismo o con intervención de los coimputados, según el caso, un terreno de 300 m2 inscripto a nombre de Haro; un edificio en Gutiérrez al 400 -en cuyo mantenimiento intervenía Prado y en su administración Haro, “quien percibía los alquileres”; otro edificio -construido por la suma aproximada de $ 1.300.000 sobre un terreno de Tonolli- de 7 departamentos, ubicado sobre calle O’ Higgins del departamento de Godoy Cruz- puestos en alquiler por un comodato otorgado por Tonolli, mantenido por Prado y administrado por Haro; una docena de autos y camionetas, tres motos y un cuatriciclo.
Por otra parte, se estima que Prado también permitió que Solé utilizara una caja de ahorros del Banco de la Nación Argentina, “recibiendo depósitos de dinero”; que pusiera a su nombre los servicios de varios de los inmuebles y de las líneas telefónicas, tanto personales como la del lugar donde funcionaba Pyme Vip. En cuanto a Solá padre, se lo acusa de facilitarle sus cuentas en los bancos Santander Río y Francés “para el depósito e ingreso al sistema bancario” de los fondos producto de la trata de personas, para después librar cheques destinados a adquirir varios de los bienes identificados.