El hecho sucedió en Buenos Aires. La adolescente se quebró antes de interrumpir su embarazo y confesó la verdad.
Denunció que la abusó su padrastro para abortar, pero era mentira
Una adolescente de 13 años denunció que había quedado embarazada como consecuencia de la violación de su padrastro para que se le practicara un aborto, pero finalmente se reveló que era mentira.
La Cámara del Crimen revocó el procesamiento contra el hombre y dispuso su inmediata libertad, aunque no lo sobreseyó todavía sino que le dictó la "falta de mérito" a la espera de la realización de nuevas pruebas.
El hombre, cuya identidad permanecerá en reserva, había sido considerado "autor penalmente responsable del delito de abuso sexual de una menor de 13 años aprovechando la situación de convivencia preexistente".
La situación eclosionó cuando la chica acudió al Hospital Piñero para interrumpir el embarazo, de acuerdo con lo establecido por un fallo de la Corte Suprema ante casos de violación.
En el hospital, la pequeña dijo "que había sido abusada sexualmente por su padrastro en el mes de febrero pasado, durante una noche en que (su madre) se ausentó del domicilio" situado en una "villa de emergencia" de esta ciudad.
Pero cuando fue indagado el presunto violador, "no solo negó ser responsable de esa conducta, sino que dio cuenta de que la niña mantenía relaciones sexuales con su vecino de la casa lindera, también menor de edad".
En efecto, la adolescente tenía sexo con su vecino de 12 años, "y sus propios progenitores manifestaron espontáneamente a los funcionarios que se presentaron en el lugar que los jóvenes mantenían una relación de noviazgo que había cesado en el mes de abril de este año".
Esa relación se caracterizaba "por un constante intercambio de mensajes a través de sus aparatos celulares", lo que fue corroborado cuando secuestraron el teléfono de la chica, que "reveló la existencia de mensajes de connotación sexual entre aquellos". La menor de edad y su padrastro fueron sometidos a un careo, y en esa circunstancia la primera reconoció que había mentido.
Los jueces Alberto Seijas y Carlos Alberto González revocaron el procesamiento pero quedaron a la espera de estudios de ADN y de fertilidad, pendientes en el Hospital Rivadavia, para adoptar un criterio definitivo sobre la situación.