"La Presa. Silencio en nombre de Dios" recopila los testimonios de personas que fueron abusadas en la sede del Próvolo en Italia por el sacerdote de 82 años detenido en Mendoza..
Un documental sobre los abusos del cura Corradi
El escándalo por los casos de abuso sexual infantil, perpetrados por sacerdotes en el instituto Antonio Próvolo de Luján de Cuyo develó una trama oscura. Sin embargo, a pesar de la insistencia del Arzobispado mendocino en asegurar que no conocían el caso ni los antecedentes de los curas acusados, el mundo ya sabía de estas aberraciones.
En Mendoza hay más de 20 víctimas.
El documental "La presa. Silencio en el nombre de Dios" del año 2013, realizado por Hispan TV, recopila el testimonio de las víctimas del cura Nicola Corradi, uno de los acusados en la causa, entre otros sacerdotes. Este religioso estaba señalado, junto a otros curas, de abusar sexualmente de niñas y niños sordos entre 1955 y 1984, en la ciudad de Verona, Italia, en el instituto Próvolo de dicha ciudad.
A Corradi se le adjudican unos 235 casos durante esa época, antes de ser trasladado a Argentina, en las sedes del Próvolo en La Plata y posteriormente Mendoza.
En el documental algunas de sus víctimas cuentan sobre estos abusos y episodios de violencia que el cura ejercía sobre los niños.
Los casos ocurridos en Italia fueron denunciados el año pasado en la Conferencia Anual de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico realizada en Washington, donde entre los nombres de los sacerdotes acusados de abuso que habían llegado a la Argentina, además de Corradi, estaban Ricardo Giménez, Jorge Luis Morello, Justo José Ilarraz, Luis Brizzio, Rubén Pardo, Osvaldo Ramírez, Félix Alejandro Martínez, Alejandro Squizziatto, Raúl del Castillo y José Rohr.
La confesión más terrible
Dentro de los curas violadores del instituto Próvolo de Italia, hay uno que confesó: "Fui un pedófilo." La confesión fue realizada al L'Espresso, el medio italiano que reveló en enero de 2009 los casos de violación de los chicos sordos abusados en el Instituto Antonio Próvolo de Verona.
"El primero tenía 7 u 8 años, no recuerdo exactamente. Estuve con quince pequeños sordos, pero con cinco o seis de ellos tenía contactos más frecuentes… Bueno, creo que estuve con trece… o tal vez un par más", dijo, casi sin inmutarse el sacerdote, quien afirma que le pidió perdón a Dios por el daño hecho.
Ver: Próvolo: a los chicos los abusaban llamándolos por turno