La Justicia realizó allanamientos. Secuestraron las computadoras de los dos sacerdotes y de los otros dos imputados. Verificarán si hay pornografía infantil.
Encontraron bombachas en la pieza de uno de los detenidos del Próvolo
La investigación por el Instituto Próvolo todos los días aporta novedades escalofriantes. Además de los testimonios aterradores de niños sordomudos, hasta ahora 12, que han sido víctimas en el interior del colegio, este jueves encontraron dos bombachas en la habitación de uno de los detenidos.
Son cinco los detenidos: dos curas, dos personas que trabajaban en el instituto y el jardinero. Todos están en la cárcel de Boulogne Sur Mer.
Mientras la Justicia continúa recibiendo testimoniales que a cualquier hijo de vecino le producen nudos en el estómago, las medidas vinculadas a la recolección de pruebas se llevan a cabo con alguna tardanza.
Este jueves fue allanado el Instituto Antonio Próvolo, ubicado en calle Boedo de Luján de Cuyo. Secuestraron las computadoras que estaban en las habitaciones de los sacerdotes Nicolás Corradi (82) y Antonio Corbacho (56); el administrativo José Luis Ojeda y Jorge Bordón, quien se disfrazaba de cura y los chicos creían que lo era.
En la habitación de Ojeda hallaron las dos bombachas y una revista que el fiscal que tiene a su cargo la investigación, Fabricio Sidoti, dijo que no era pronográfica pero que contenía algunas imágenes con personas exhibiendo su belleza.
Ver: Investigan qué pasó con la primera denuncia contra Bordón en 2008
También secuestraron todos los legajos de los alumnos y unos CD’s que contenía fotos de los chicos que asisten al Próvolo. Sidoti aclaró que las fotos en estos discos no tenían ningún tipo de contenido sexual.
Sin embargo, envió a analizar las computadoras secuestradas a Delitos Informáticos para establecer si hay archivos pornográficos u otros similares referidos a los niños.
Cabe aclarar que, según las declaraciones de las víctimas, los chicos eran llevados a un lugar al que llamaban “La Casita de Dios” donde se cometían los abusos. Allí los obligaban, a veces bajo los efectos de alguna droga que les daban por la fuerza, a practicarse sexo oral unos con otros, a que uno más grande viole a otros niños y también hacían los mismos los adultos detenidos con los internos. Toda una aberración.
Ver: Los abusos continuaron hasta hace poco
Al respecto, parece que invitaban a otras personas a ver, a modo de espectáculo, cómo los chicos eran obligados a tener sexo entre ellos.
Ver: "Las autoridades sabían lo que ocurría", aseguró un ex cura
Las cinco personas detenidas están imputadas por el delito de abuso sexual agravado por la guarda.