La trágica historia de Lamia, la aerolínea que transportaba al Chapecoense

Lamia (Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación) es una pequeña aerolínea que cobró inesperada celebridad ayer, luego de que uno de sus aviones cayera a tierra provocando la muerte de más de 70 personas, algunos de ellos jugadores del equipo Chapecoense.

Aunque ahora opera desde Bolivia, nació en 2009 asociada al Estado venezolano de Mérida, para supuestamente ayudar al desarrollo turístico de la región.

En 2014, solicitó licencia para operar en Bolivia, y desde entonces ha basado todo su negocio en los vuelos chárter con equipos de fútbol suramericanos y con los de Bolivia.

Su flota debe ser una de las más pequeñas del mundo: se reduce a dos aviones British-Aerospace BAE- Avro, de cuatro reactores, con capacidad para hasta 90 pasajeros, con una antigüedad de 16,6 y 17,6 años.

Lo que pocos saben es que este modelo, que se dejó de producir en 2001 y ha acumulado desde 1981 un total de 13 accidentes con más de 200 muertos, aunque el incidente más grave ocurrió en 1987 cuando a consecuencia del disparo de un pasajero contra la tripulación el avión se estrelló causando 43 muertes.

Denuncias y algo más

Según el portal Reporte confidencial del periodista Braulia Jatar (actualmente preso por el gobierno de Venezuela) en 2011 los empleados de la aerolínea Lamia se encontraron que la misma había eliminado el stand de atención en el que iban a operar en un aeropuerto del interior del país. Hubo denuncias laborales en los tribunales venezolanos, pero jamás se dio respuesta.

A su vez, se asegura que Ricardo Alberto Albacete Vidal, dueño de la aerolínea, sería testaferro del magnate Sam Pa, detenido en Pekín por casos de corrupción. 

Este último había montado un multimillonario entramado de negocios espurios con la petrolera chino-angoleña Sonangol. Con el asesoramiento de Albacete, Sam Pa compró un astillero en Galicia, lo que encendió las alarmas en la península ibérica, antes de que el empresario chino fuese detenido en su país.

Según denuncias publicadas por el portal burbuja.info.com, Albacete Vidal se presenta como piloto, pero nunca ha tenido licencia. Luego del acto inaugural en Venezuela nunca hubo vuelos ni nacionales ni internacionales. El propio Albacete fue quien tramitó durante 2015 en Bolivia la licencia para operar sus tres aviones Bae avro rj 85.

La empresa pasó por dos estados venezolanos pero nunca llegó a despegar. El dueño, que mudó sus operaciones a Bolivia, es señalado como presunto testaferro de un multimillonario chino preso por corrupción.

Luego de salir de Venezuela la aerolínea transportó a varios equipos de fútbol latinoamericanos por su bajo costo y la flexibilidad en vuelos charters. 

"Lamia Corporation tiene como actividades principales prestar servicios aéreos comerciales, transportes aéreos no regulares de pasajeros, correspondencia y carga tanto nacional como internacional a entidades corporativas, privadas, gubernamentales y aeronáuticas, mediante la utilización de aviones y helicópteros de los tipos y configuraciones aprobadas por la autoridad aeronáutica de Bolivia", según figura en su web corporartiva.

Anuncio oficial

El director general de la aerolínea Lamia, Gustavo Vargas, aseguró a agencia EFE que el avión que se estrelló en Colombia había pasado todas las revisiones y que el piloto y el copiloto "estaban certificados en Suiza" y habían superado "dentro del margen" los controles semestrales.

El avión, un Avro Regional Jet 85, era el único que la compañía tenía en funcionamiento en Bolivia, ya que según Vargas mantenían otros dos en inspección.

"La aeronave en funcionamiento había pasado todos los controles de la autoridad boliviana", aseveró el director de la compañía, quien alegó que cada vez que realizaron una reparación en la aeronave recibieron "el visto bueno" y no habían tenido "ni incidentes ni accidentes".

En 2013, Albacete, presidente de Lamia, destacó que la aeronave de Lamia, BAE AVRO RJ-85, es de nueva generación, data del año 2.000, de fabricación inglesa y autonomía de cuatro horas de vuelo. Posee capacidad para 95 pasajeros, cuatro personas de atención a bordo, piloto y copiloto. 

Además, señaló que usa cuatro turbinas y que en caso de dañarse alguna de éstas, sus características le permiten seguir volando con tres. Destacó que es un avión hecho para volar dentro de ciudades; seguro, económico y emite poco gas carbónico a la atmósfera.

Las explicaciones suenan bien, pero no llegan a explicar aún los motivos de la tragedia que aún envuelve a Brasil y Colombia.