"Le pedía que me repitiera las cosas porque no podía creer lo que estaba contando", contó la mujer que trajo en lenguaje de señas las delaciones de los chicos del Instituto Próvolo.
El duro testimonio de la intérprete de las víctimas
El caso de los curas violadores del Instituto Antonio Próvolo de Luján, especializado en niños sordos e hipoacúsicos, ha generado conmoción y repudio en toda la provincia y el país.
A medida que pasan los días continúan saliendo a la luz detalles, dignos de una película de terror, sobre las aberraciones que vivieron las victimas.
Hasta el momento, más de doce víctimas han declarado en la causa.
En este contexto, el Post accedió al testimonio de la interprete de lenguas de señas que asistió a la primera víctima que declaró ante el fiscal Fabricio Sidoti. " Yo le pedía que me repitiera las cosas porque no podía creer lo que me estaba contando."
"Son chicos que tienen un profundo dolor, de años. Y este dolor afecta también a las familias, que se culpan por no haberse dado cuenta de la situación que estaban viviendo sus hijos", dijo.
La interprete detalló que la situación fue de profundo dolor y cansancio. Sobre todo al dimensionar, desde su lugar como profesional, la angustia e impotencia de las víctimas por no tener manera de expresar lo que estaban viviendo.
Respecto al caso, dijo que tiene que servir para que la sociedad tome conciencia sobre la necesidad de inclusión. "Los sordos tienen una discapacidad que no se ve. Están fuera del sistema porque no se pueden comunicar."
La paradoja más cruel
Según la palabra de la interprete, el instituto Antonio Próvolo tiene un sistema de educación oralista. Es decir, no les enseñan lengua de señas. Al ser consultada respecto al mecanismo de educación que llevan a cabo con sus alumnos sordos, manifestó que los docentes tienen un sistema propio con el cual dan clases.
Si los chicos no manejaban el lenguaje de señas tradicional (entre compañeros tenían un lenguaje propio pero básico y limitado) y los padres y el entorno, mucho menos, ¿qué posibilidades tenían esos niños de contar el horror que estaban viviendo?
Al respecto, la interprete dijo que una situación recurrente entre las personas sordas que están atravesando una situación de abuso, la cual no pueden comunicar, es que los padres notan la alteración en la conducta y los mandan al psicólogo. Sin embargo, si el profesional no maneja el lenguaje de señas ¿qué sentido tiene?
En general, tanto en la provincia como en el país, son muy pocos los establecimientos donde se enseña lenguaje de señas. Recién en el año 2005 se sancionó la Ley N° 7393 de Supresión de Barreras Comunicacionales y en el 2012 se aprobó la reglamentación 2049 que reconoce la Lengua de Señas Argentina (LSA) como medio de expresión en todo el territorio provincial, finalmente fue reglamentada y podrá comenzar a aplicarse en nuestra provincia.
Ver: Próvolo: los detenidos ya están en la cárcel