Un testigo dijo que le indujo a mencionar a acusados de un homicidio. Se trata del fiscal acusado de acoso a una alumna.
Acusarán al fiscal Fehlmann de “plantar” pruebas
Son malos días para el fiscal Gustavo Fehlmann. Su carrera hacia los tribunales federales mendocinos, donde hasta hace poco era “número puesto”, está plagada de obstáculos. A la denuncia por acoso nunca debidamente aclarada de una alumna de la Universidad Champagnat, ahora sigue otra por “instigación al falso testimonio”. Es decir, por decirle a un testigo que debían señalar a determinados acusados en un juicio que se ventila en la Séptima Cámara del Crimen de Mendoza, junto a otros tres procesos, de forma conjunta. Se trata de un juicio bien complicado, en el que se mezclan miembros de la banda de “Yaqui” Vargas, sus familiares, y probables ajustes de cuentas muy pesados en Godoy Cruz.
En este caso, se trata del proceso por la muerte de Ricardo Sebastián López Aveiro (17), un adolescente asesinado a tiros en una barriada de Godoy Cruz el 10 de agosto de 2012. Por esa muerte hay dos procesados, Daniel Jonathan “El Johnny” Brizuela (sobrino de la narcotraficante presa ‘Yaqui’ Vargas) y Patricio Garrido Montenegro. Están acusados de haber ido en una moto hasta el domicilio de López, y haberlo “cocinado” a tiros cuando salía de su domicilio rumbo a un kiosco cercano a comprar cigarrillos.
Según declararon en el juicio, la banda de “Yaqui” Vargas tenía “problemas” con la familia López, aunque no ha sido desentrañado de qué índole. Ricardo López, el asesinado, era primo de una persona enfrentada -supuestamente- a Yaqui Vargas.
La trama es compleja, y López no fue el único muerto. Por eso son cuatro los casos en el mismo juicio, en los que son juzgados además otros parientes de Yaqui Vargas, por otro crimen y por un intento de asesinato.
Lo más revelador del caso ocurrió en una audiencia reciente, el día 3 de este mes. Esa mañana, en el juicio por el crimen de Ricardo López debió declarar ante la Séptima Cámara, Juan José López, hermano del chico muerto. En plena audiencia, el joven dijo que no sabía quiénes habían cometido el asesinato, que había visto a dos hombres irse en una moto, y que cuando salió del domicilio, su hermano ya estaba caído. Y que una hora y media después del crimen fue llevado a la comisaría 27 de Godoy Cruz, donde estuvo “aprehendido” hasta el día siguiente cerca del mediodía. “Ahí los policías me dijeron cómo fue… quiénes habían sido…” dijo, ante el fiscal Fernando Guzzo, el fiscal del juicio que lo estaba interrogando en la audiencia.
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El abogado defensor de los imputados, Enoc Ortiz, tomó la palabra en esa audiencia y logró que el testigo cuente la secuencia completa. “Vino un fiscal… Fehlmann… y me dijo quiénes eran los asesinos y cómo habían conseguido sus nombres, con ayuda de la policía, cómo le habían llegado a él” aseguró. El defensor pidió inmediatamente que se haga una constancia en acta.
El relato de Juan López, el hermano del chico muerto, fue tremendo. Contó que en su primera declaración en la Comisaría 27 dijo que no había visto a los asesinos. “Los vi de espaldas” confirmó. Pero en el acta que firmó esa noche, dijo sospechar de Yaqui Vargas, y de “los chicos que pasan siempre en moto tirando tiros”.
No está claro por qué estuvo López preso en la noche que mataron a su hermano. “Lo llevé al hospital a mi hermano. Me detuvo la oficial de turno y me llevaron a la Comisaría 27, donde me dejaron detenido. Y no sé por qué. Me decían que no estaba dando bien el testimonio”.
Luego dijo lo sustancial: “El fiscal Fehlmann me agarró a la noche y me dejó detenido”. Y reveló que esa misma noche habló con Felhmann antes de declarar. “Le dije que no había visto nada, y me dejaron detenido”. Antes, en la misma audiencia, dijo que Fehlmann le habpia dicho los nombres de los supuestos asesinos, dos de los imputados de este juicio.
López no vio quién disparó a su hermano, y debió corregir en el juicio lo que había declarado antes en la comisaría 27. Tampoco pudo responderle al fiscal quién manejaba la moto desde donde supuestamente le dispararon a su hermano. Y aunque dijo que el fiscal Fehlmann le señaló a los culpables, no fue específico de cómo lo hizo.
En otra audiencia, semanas antes, una mujer dijo que un policía de investigaciones llamado “Daniel”, alto y de barba, le había dicho quiénes eran los culpables de este crimen, señalando a “El Johnny” y “El Patricio”, con descripciones abundantes.
Enfrentamientos de bandas, gente complicada, ajustes de cuentas muy pesados. Muertos. Los cuatro juicios se llevan adelante en la Séptima Cámara del Crimen, donde los jueces son Gabriela Urciolo, Agustín Chacón y Claudia Vallejos. Hoy comienzan los alegatos, y el abogado Enoc Ortiz, quien proclamará la inocencia de sus defendidos, pedirá que se extraiga una compulsa penal para que se investigue al fiscal Gustavo Felhmann por falso testimonio. Lo mismo contra policías que en ese momento reportaban en Investigaciones.
Cuando ocurrieron estos crímenes Yaqui Vargas estaba en libertad. El entonces gobernador Francisco Pérez empezaba a juntar furia con los fiscales de Godoy Cruz por el accionar de la banda, lo que explotó en el último año de su mandato. Hasta que la Yaqui fue presa.
Para el fiscal Gustavo Felhmann, es un problema. No es muy alentador llegar al tramo final de un concurso donde compite con abogados garantistas mendocinos -Diego Lavado y Pablo Salinas, entre varios otros- al tramo final de un concurso para integrar un tribunal federal. Justamente, antes de fin de año, el presidente Macri debe enviar las ternas al Senado. Qué mal momento para que el hermano de un chico muerto cuya familia tenía “problemas” con Yaqui Vargas, lo “emboque” en un juicio por peleas de bandas. Y eso, apenas semanas después de una grave denuncia de acoso por la que hay un sumario en el Ministerio Público Fiscal.