La mujer que denunció el hecho de violencia que sufrió del periodista Mauricio Runno, contó cómo sucedió..
El testimonio de la mujer agredida por un periodista mendocino
La ex mujer del periodista Mauricio Runno contó cómo fue la agresión que sufrió el miércoles por la tarde, y que terminó con el hombre de prensa detenido en la comisaría séptima de Godoy Cruz, y una orden de protección perimetral.
Roxana, así se llama la mujer agredida, dijo que había sufrido amenazas de su ex pareja, y que la había salvado un vecino que llamó al 911. También denunció que el fiscal Gustavo Felhmann, a cargo del caso, liberó a Runno antes de dictar una orden perimetral para que ella estuviese protegida. Felhman es el fiscal investigado por un supuesto caso de acoso a una alumna de la Universidad de Champagnat.
El caso de la agresión protagonizada por Runno (ex Diario Uno, ex columnista de Mendoza POST, y actualmente en MDZ) se conoció el mismo miércoles a través de Mendoza POST.
Extrañamente, ningún otro medio de Mendoza publicó el caso, en un contexto de seis femicidios en un mes y de los casos crecientes de violencia de género. En un texto de descargo, el propio periodista Mauricio Runno dijo que había sido uno de los cien detenidos ese día.
El relato de Roxana es elocuente. Contó cómo fue la agresión, cómo Runno le arrojó incluso tierra que llevaba en una bolsa, y que, de no ser por la reja exterior de su casa, podría haber sido una víctima más.
La ex pareja del periodista, dialogó en el programa "Te digo lo que pienso" (de lunes a viernes de 6:50 a 9 por La Red Mendoza 94.1) y allí amplió los hechos.
La mujer contó que el día miércoles, cerca de las 15.30, el periodista Mauricio Runo fue a su domicilio en actitud "violenta". Ella había dejado de atender las llamadas del periodista, después de haber tenido una discusión telefónica. Roxana bajó a atender los timbrazos y se encontró "con una persona totalmente fuera de sí". Según ella, de no haber sido por una reja que tiene tras la puerta principal, la situación habría sido otra.
Según el relato, el periodista, frenado por la reja, comenzó a insultarla y arrojarle algunas cosas que había llevado. Fue gracias a un vecino de la mujer, que llamo al 911, que la Policía se enteró de lo que estaba sucediendo y pudo detener al agresor a pocas cuadras.
Tras ampliar los hechos, Roxana ahondó en otro problema de igual importancia, la Justicia mendocina. Porque Runno fue liberado antes de haber sido emitida una orden "perimetral" para evitar su acercamiento a la víctima.
Roxana explicó que su causa quedó en manos del Fiscal Gustavo Felman, magistrado que fue investigado por una denuncia de acoso, de una alumna de la Champagnat. "Quiero decirle al señor fiscal, a ese señor fiscal que lamentablemente me tocó, que es un acosador, no puede llevar el caso" expresó Roxana.
Al mismo tiempo contó que el Auxiliar de la fiscalía le pidió que "se quedara tranquila" ya que Runno no saldría de su detención en toda la noche, lo que era una alivio para la víctima ya que aún no tenía en su poder la medida perimetral que solicitó a la justicia.
No obstante, a poco de haber radicado la denuncia, Roxana se encontró con que el acusado había sido liberado a las 11 de la noche y ella aún seguía sin la constancia que restringe y al mismo tiempo la protege en estas situaciones.
"Con la perimetral no se puede acercar a los lugares que vos frecuentás, no puede estar frente a mi casa, ni el puerta del trabajo. También agregué que tampoco puede hacer llamados telefónicos, ni WhatsApp, ni nada electrónico, el tema es que no la tenía (la medida perimetral), recién me la entregaron a las cuatro de la tarde del otro día y solo porque yo llamé” contó ofuscada Roxana.
También contó cómo fue presentarse ante la fiscalía y ser recibida y atendida como "si fuese la agresora".
Tras esto instó a todas las mujeres que viven cotidianamente con la violencia, a que denuncien y que si después pasa algo "será por culpa de los que actuaron con negligencia, inoperancia e ineficacia en la justicia".
Lo que sigue, es el audio de la entrevista a Roxana.