Tips para entender (y acabar) con los femicidios
Como digo siempre, las marchas y los cartelitos no van a ayudar a terminar con la violencia de género. Lo que falta es trabajar de manera integral y sostenida, no solamente actuar cuando ocurren hechos como el de ayer.
¿Qué hacer para terminar con la violencia sobre las mujeres? Primero, lo básico: analizar cómo trabajaron los países que consiguieron terminar con este flagelo en los últimos años.
Como expliqué alguna vez, solo cinco países del mundo tienen “tasa cero” en el tópico femidica: Mónaco, Malta, Liechtenstein, Islandia y Andorra. ¿Cómo lo hicieron? Principalmente trabajando sobre la violencia en general, jamás enfocada en el género.
Luego, entendieron que no es un fenómeno foráneo, sino nacido —en la mayoría de los casos— del seno más cercano a la víctima.
En 2015, por caso, la Corte Suprema explicó que el 70% de los femicidos ocurridos ese mismo año en el país, surgió de las propias parejas y/o familiares.
Ver además: #NiUnaMenos… con un cartelito no hacemos nada
El dato es escalofriante y sintomático: denota que siete de cada diez mujeres viven hoy con la persona que podría asesinarlas el día de mañana. Ergo, ¿qué se está haciendo ahora mismo para que ello no ocurra? Nada, absolutamente nada.
Cada 12 minutos una persona sufre de violencia sexual en Brasil
Hay que decirlo: no existe el concepto de prevención en la Argentina, solo breves campañas que no sirven para nada, esencialmente porque no llegan al corazón del eventual asesino.
Como dicen los que saben, los femicidios son crímenes “por convicción”. En buen romance, el asesino tiene la convicción de que es necesario matar. ¿Cómo podría convencerlo un cartel o un spot con la leyenda #NiUnaMenos?
Baste mencionar que el triple crimen cometido por Daniel Zalazar en Mendoza ocurrió a menos de una semana de que se diera la marcha del #MiércolesNegro contra la violencia de género.
Ver además: No solo las mujeres, basta de violencia en general
Otro dato a tener en cuenta son las estadísticas: las únicas que hoy existen son las que elabora la Corte Suprema de Justicia de la Nación y la ONG “La Casa del Encuentro”.
Ciertamente, se trata de datos incompletos: la primera medición —la de la Corte— solo se basa en casos judicializados; la segunda, sobre la base de publicaciones periodísticas. Está claro que hacen falta estadísticas más certeras, elaboradas por el Ministerio de Justicia u otra cartera similar.
Finalmente, es dable mencionar lo que argumenta Isabel Agatón, jurista y escritora colombiana. Se trata de una de las personas que más ha investigado el tema femicidios en Latinoamérica:
1-Los femicidios son previsibles y evitables: se pueden prevenir y se deben evitar.
2-El derecho está reaccionando a posteriori y no a priori, que es como debería ser.
3-Una ley contra el ’femicidio’ no va a acabar per se con estas atrocidades.
Más claro, echarle agua.