Se trata de un fiscal mendocino que fue separado como docente luego de hacerle un ofrecimiento inmoral a una alumna de la Champagnat.
Le habría pedido sexo a una alumna a cambio de ponerle una buena nota
La trama ocurrió en la Universidad Champagnat de Mendoza y fue confirmada por todas las fuentes consultadas. Se trata de un hecho que involucra al fiscal de instrucción de Godoy Cruz, Gustavo Fehlmann.
Se trata de un funcionario judicial que ostenta su cargo desde el 14 de marzo de 2002 a la fecha y que antes hizo lo propio en la Justicia de Corrientes.
(Nota del editor: el Post entrevistó a Fehlmann un día después de publicada la presente)
Aparte de su cargo en el Estado, Fehlmann es docente de la Champagnat, ubicada en Belgrano 721 del mismo Departamento en el cual él mismo se desempeña, Godoy Cruz.
En realidad, solía enseñar allí en el pasado ya que, luego de lo que aquí se contará, ya no ocupa ese puesto laboral.
Todo comenzó hace un par de semanas, luego de que apareciera un mensaje en Facebook escrito por él en el celular de una alumna de esa casa de estudios.
Allí el fiscal pedía un supuesto favor sexual, con el cual la chica podría ser gratificada en la materia que este brindaba allí, Derecho Procesal Penal.
Según el fiscal, el mensaje iba dirigido a su mujer, pero se habría equivocado.
La cuestión se disparó luego de que un familiar directo de la alumna vio el “ofrecimiento” de Fehlmann. A partir de entonces, la situación se judicializó y este último perdió su trabajo como docente universitario.
En la Justicia, la cuestión se lleva con el más fuerte hermetismo. Por caso, cuando este diario intentó ahondar, a través de la abogada de la alumna, Carolina Jacky, solo encontró cerrazón.
“No me permiten los profesionales que atienden a la víctima, ni sus padres; y yo he recomendado no hacer nada por el momento”, sostuvo la profesional ante la consulta del Post. De acuerdo a los dichos de Jacky, lo que se busca preservar es “la salud de la víctima”.
No obstante el mutismo de la abogada, lo ocurrido fue confirmado por cuatro fuentes independientes a este diario. Todos coincidieron en lo ocurrido y hasta brindaron detalles escabrosos al respecto, que por cuestión de decoro se obviarán.
En ese contexto, sorprende que Fehlmann siga ejerciendo como fiscal. El coordinador de Prensa del Poder Judicial, Martin Ahumada, confirmó al Post que sigue en ese cargo.
No obstante, lo justificó de esta manera: “No podemos hacer nada porque aún no hay denuncia en el Poder Judicial contra Fehlmann”.
Entretanto, la justicia investiga y ha determinado una serie de peritajes y chequeos cuyos resultados se conocerán en los próximos días.
Antecedentes
Fehlmann cobró cierta celebridad a principios de julio de este año, cuando interrumpió un velorio por un supuesto caso de mala praxis.
Fue cuando velaban a una joven madre de 26 años que murió en una clínica de Godoy Cruz tras una ligadura de trompas.
A su vez, debe mencionarse que Fehlmann obtuvo su título de abogado el 6 de agosto de 1997 en la Universidad de Mendoza. Está inscripto en el Colegio de Abogados de Mendoza desde el 11 de septiembre de 1997.
Ejerció como letrado hasta el 10 de marzo de 2000, luego fue designado Agente Fiscal N° 3 de la Primera Circunscripción Judicial de Corrientes.
Desde el 13 de marzo de 2002 se desempeña como Fiscal de la Segunda Fiscalía de Instrucción, primera circunscripción judicial de Mendoza.
En el período 98-99 fue abogado auditor interno del Ente de fondos residuales de los bancos; de Mendoza S.A. y Previsión Social SA.
Obtuvo en 2004 el premio a la mejor Fiscalía, otorgado por el Colegio de Abogados de la 1a circunscripción judicial de Mendoza.
Como se dijo, Fehlmann ha sido profesor por designación directa en la Universidad Champaghat, en la materia Derecho Penal parte especial, desde 2003.
A su vez, fue adscripto interino ad honorem en la Universidad Nacional de Cuyo en la materia Teoría y Práctica Procesal, en el periodo 2004-2005.
En ese contexto, un último dato, casi secreto: en estas horas, Fehlmann esté en medio de una terna para ascender a juez Federal.
Nada más que agregar.