Está ubicado en Los Ángeles. Se exhiben cientos de objetos que representan la ruptura amorosa de las personas que los donan.
Insólito: este es el museo de las relaciones rotas
Un impecable vestido de novia colgado de una percha como símbolo no del amor eterno, sino de una ruptura.
Esa es la bienvenida en el Museo de las Relaciones Rotas que recientemente abrió sus puertas en Los Ángeles, California.
Muchas personas hacen sus donaciones recordando una ruptura con una versión anterior de ellos mismos.
Situado en pleno Hollywood, donde cientos de turistas caminan y se fotografían junto a las estrellas de los famosos en el suelo, este centro de arte conceptual, como lo describe su directora Alexis Hyde, es una caja de sorpresas.
Los que piensen que van a encontrar un par de corazones de papel rotos y cuatro osos de peluche, quedarán impresionados ante la variedad de objetos exhibidos. Cuando uno recorre el museo, queda claro también el amplio abanico que comprende ese concepto de las relaciones rotas.
Algunas de las frases que se encuentran en las paredes del museo.
"Las relaciones románticas son probablemente lo primero que viene a la cabeza, pero aquí cabe todo: relaciones de pareja, de amistad, trabajo, familia, con la religión, con un lugar o con el alcohol y las drogas, por ejemplo", dice Hyde. "Incluso puede ser una ruptura con una versión anterior de nosotros mismos".
La idea de abrir este centro la tuvo John Quinn tras quedar fascinado por su antecesor: el Museo de las Relaciones Rotas de Zagreb, Croacia. Quinn pensó que un lugar así encajaría a la perfección en una ciudad como Los Ángeles.
Los museos de Zagreb y Los Ángeles comparten la colección permanente, que se ha vuelto global, y sólo se distinguen en la ubicación y el espacio que tienen. La campaña para recolectar los objetos que se exhiben se inició con un simple mensaje en internet: "Si alguna vez has tenido un corazón roto, dona aquí".
Cartas rotas de amor.
El efecto fue inmediato: las ofertas llegaron de todas partes, sobre todo de Estados Unidos, pero también del extranjero.
Y la variedad de los objetos es impresionante: desde elementos cotidianos como una pasta de dientes gastada, un cepillo con restos de cabello o prendas de ropa, hasta algo tan inesperado como dos implantes mamarios de silicona.
La dueña de esta piñata, regalo que le hizo su novio en su primer cumpleaños juntos. quería deshacerse de ella pero no se decidió a tirarla a la basura.
Más de 1.000 donaciones después, Alexis Hyde no deja de maravillarse ante la respuesta de la gente.
La vista superior del museo.
Peluches que supieron ser regalos.
Recuerdos de un hobby por la cocina compartido.
Restos de intimidad.
Ver: Publicó en FB una infidelidad que escuchó en el colectivo y armó un escándalo
