Cargaban nafta en autos particulares a cuenta de la comuna, para la campaña. Y también este año. Otra denuncia penal.
Otro fraude, para las mil y una maneras de robar en Guaymallén
No se salva nadie. Donde alguien pone el ojo, aparece algún negociado. El municipio de Guaymallén fue una especie de gran “supermercado” de la corrupción gerenciado por el ex intendente Luis Lobos y su esposa Claudia Sgró, donde además había muchos funcionarios y empleados a cargo de explotar cada una de las “góndolas” de ese mayorista del fraude. Resta saber si cada quien robaba para sí mismo, o “para la corona”, en el departamento que ya tiene imputados a su ex intendente y a varios de sus funcionarios por corrupción, luego de la investigación publicada hace un año y cinco meses por este diario.
Los últimos casos conocidos fueron el alquiler trucho de camiones y de una máquina de asfalto, la suegra “ñoqui” de Lobos que a su vez tenía una mucama “ñoqui” para quedarse con el sueldo, la “familia ñoqui” que fue denunciada por la comuna días atrás, y un fraude con licencias nacionales de conducir. No hay que olvidar el expediente principal de los que se tramitan en Delitos Complejos, en el que Lobos está denunciado por enriquecimiento ilícito, fraude al Estado, evasión, lavado de dinero, ñoquis, y delitos conexos.
Ahora, en otra área municipal, las nuevas autoridades que reemplazaron al clan Lobos y al resto de sus funcionarios descubrieron un fraude del que aún no se conoce la dimensión, con la carga de combustible en autos particulares en una estación de servicio del Acceso Este.
Fue de tal descaro el robo, que hasta cargaron combustibles en autos “fantasmas”, o radicados en la provincia de Buenos Aires. Uno de los vehículos, el primero que motivó la denuncia, era alquilado por una empresa contratista del Estado, Obras Andinas, a una firma de alquiler de vehículos. Ese auto cargaba combustible por cuenta de la comuna y era usado por la familia de Luis Lobos, incluidos su esposa Claudia Sgró y el hijo de ésta, Facundo Ruiz, de acuerdo a los datos incluidos en la denuncia.
El caso
Por este nuevo hecho de corrupción la Municipalidad hizo una denuncia penal contra media docena de funcionarios y empleados en la fiscalía de Delitos Complejos que conduce Juan Manuel Bancalari, a cargo de los casos de corrupción en ese departamento.
Lo esencial es que autos particulares cargaban combustible en la estación de servicio “San Sergio” de Acceso Este y los que pagaban eran los vecinos de Guaymallén. Estos autos fueron utilizados para la campaña, y para la familia de Lobos. Además, en ocasiones los vehículos no cargaban combustible, pero la cobranza se hacía igual y pagaba la Municipalidad, con presuntos sobreprecios. Ese combustible se distribuía luego en otros autos.
El fraude podría ser mayúsculo, porque a la denuncia original realizada hace pocas semanas, se agregaría en las próximas horas una ampliación de mayor tamaño, con datos de muchos vehículos que cargaban combustible en esa estación.
Cómo era la maniobra
Personal de Control de Gestión de la comuna halló la punta del ovillo, cuando comenzaron a investigar por qué un vehículo sedán de cinco puertas que no era de la comuna, cargaba combustible en “San Sergio”. En ocasiones, ese auto era manejado por Facundo Ruiz, según la denuncia. Los funcionarios lograron averiguar que ese auto era alquilado por Obras Andinas a la firma Blueway, con el mandato de entregarlo a un empleado municipal llamado Alejandro Ameni, para “tareas varias”. El destinatario del vehículo habló con los funcionarios y dijo que el auto fue utilizado durante la campaña electoral, y luego por Claudia Sgró y Facundo Ruiz, su hijo.
Con esta “punta del iceberg”, en la Municipalidad empezaron a registrar vales de combustible, de otros vehículos que cargaban en San Sergio pero que no eran de la comuna. Advertidos de las maniobras, la comuna le dio a la estación de servicio una lista de los vehículos autorizados a cargar combustible. En el medio de las investigaciones internas, aparecieron en los baños y en el lubricentro de la estación, esparcidos, decenas de vales de combustible, nadie sabe bien por qué. Un empleado los recogió y los entregó a las autoridades.
El 10 de enero hubo un hecho importante. Volvieron a cargar nafta con vales antiguos, firmados por el ex director de Control de Gestión de Lobos, el contador Lelio Mescolatti. Ese vehículo había cargado combustible en varias oportunidades. Los días 17 y 23 de enero, otro vehículo no autorizado “cargó” combustible. Las comillas están colocadas porque se trató de una furgoneta Citröen Berlingo radicada en La Matanza, al igual que su propietario, un transportista de 37 años.
En la estación de servicio comenzaron su propia investigación y hallaron a un empleado que podía ser cómplice de las maniobras. La posible comisión del delito consistía en fraguar la carga con la patente de un auto, pues el vehículo en realidad no accedía a la playa, cobrar el combustible al municipio, y entregar ese combustible a otro vehículo particular. Estas maniobras estarían filmadas en cámaras de seguridad de la estación de servicio.
Con el correr de las semanas, en la nueva gestión descubrieron que el consumo de combustible de la comuna había disminuido drásticamente. “Por lo que sospechamos sobre una maniobra de sustracción o sobrefacturación de combustible a través de la emisión de vales, por los cuales no se efectuaban cargas reales” dicen en la denuncia.
Esos vales “cargaron” combustible de distinta calidad y tipo, una vez Nafta Súper, otra Infinia y en otros casos gasoil común o Euro, “lo que es una clara muestra más de las irregularidades” dice la denuncia.
Esto recién empieza, y muy probablemente habrá una ampliación de denuncia con nuevos casos. Mientras tanto hay un listado de los funcionarios que la propia Municipalidad pidió investigar en la Justicia: Juan José Tobar (Empleado Municipal, Control Municipal Estación de Servicios), Nicolás Del Curto (Empleado Municipal, Control Municipal Estación de Servicios), Sebastián Jaime (Empleado Municipal, Control Municipal Estación de Servicios), Daniel Rodolfo García (Empleado Municipal, Control Municipal Estación de Servicios), Cdor Lelio Mescolatti (Ex Director de Control de Gestión) y Julio Abdala, (Ex Sub Director Control de Gestión).
Como se puede ver, Guaymallén dio para todo. Y para fraudes de todos los colores. No deben de haber dejado repartición sin saquear.